y puedo volver sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios
Jueces 11:31 - Biblia Martin Nieto el primero que salga de la puerta de mi casa para venir a mi encuentro cuando vuelva vencedor de los amonitas le ofreceré en holocausto al Señor'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto. Biblia Nueva Traducción Viviente yo entregaré al Señor al primero que salga de mi casa para recibirme cuando regrese triunfante. Lo sacrificaré como ofrenda quemada». Biblia Católica (Latinoamericana) el primero que atraviese la puerta de mi casa para salir a saludarme después de mi victoria sobre los amonitas, será para Yavé y lo sacrificaré por el fuego'. La Biblia Textual 3a Edicion cualquiera que salga a mi encuentro por las puertas de mi casa cuando yo vuelva de los hijos de Amón en paz, será de YHVH y lo ofreceré en holocausto.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 el primero que salga de las puertas de mi casa a mi encuentro, al volver yo sano y salvo de los amonitas, será para Yahveh y se lo sacrificaré en holocausto'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) sucederá que cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto. |
y puedo volver sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios
Se sacrifica un toro, se mata a un hombre, se inmola una oveja, se estrangula un perro; se ofrece sangre de cerdo, se quema incienso adorando a un ídolo. Como ellos gustan de seguir sus caminos y su alma se complace en sus horrores,
Ningún hombre ni ninguna mujer israelita practicarán la prostitución sagrada.
Jefté hizo este voto al Señor: 'Si pones en mis manos a los amonitas,
Jefté marchó contra los amonitas y el Señor los entregó en sus manos.
y le hizo esta promesa: '¡Oh Señor todopoderoso!, si quieres mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo lo consagraré al Señor por todos los días de su vida, y la navaja no pasará por su cabeza'.
Ahora yo se lo doy al Señor; estará dedicado al Señor todos los días de su vida'. Después adoraron al Señor.
Los israelitas estaban agotados. Entonces Saúl hizo prestar al pueblo este juramento: 'Maldito el hombre que tome alimento antes de la tarde, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos'. Y nadie comió nada.
El joven Samuel estaba al servicio del Señor, vestido con un efod de lino.