Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Juan 12:25 - Biblia Martin Nieto

El que ama su vida la perderá; y el que odia su vida en este mundo la conservará para la vida eterna.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Los que aman su vida en este mundo la perderán. Los que no le dan importancia a su vida en este mundo la conservarán por toda la eternidad.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

El que ama su vida la destruye; y el que desprecia su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

El que ama su vida, la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para vida eterna.°

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

El que ama su vida la pierde y el que odia su vida en este mundo la conservará para vida eterna.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Juan 12:25
13 Tagairtí Cros  

Detesto la vida porque me disgusta todo lo que se hace bajo el sol, porque todo es vanidad y dar caza al viento. [*]_


El que encuentre su vida la perderá, y el que la pierda por mí la encontrará'.


Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mí la encontrará.


Y todo el que deje casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos o campos por mi causa recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna'.


Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mí y por el evangelio la salvará.


'Si uno viene a mí y no deja a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, hermanos y hermanas, y aun su propia vida, no puede ser discípulo mío.


El que intente salvar su vida la perderá, y el que la pierda la encontrará.


Pero a mí no me preocupa mi vida ni la juzgo estimable, con tal de acabar mi carrera y cumplir el ministerio que he recibido de Jesús, el Señor, de anunciar la buena nueva, la gracia de Dios.


Pablo respondió: '¿Qué hacéis llorando y partiéndome el corazón? Yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre de Jesús, el Señor'.


Hubo mujeres que recuperaron sus muertos resucitados. Unos se dejaron torturar, no aceptando la liberación, para obtener una resurrección mejor.


Ellos le han vencido por la sangre del cordero y por el testimonio que proclamaron, y han despreciado su vida hasta sufrir la muerte.