El Señor dijo a Josué: 'Extiende hacia Ay la jabalina que tienes en la mano, porque te la voy a entregar'. Y Josué extendió hacia la ciudad la jabalina que tenía en la mano.
Josué 8:19 - Biblia Martin Nieto Cuando extendió el brazo, los hombres de la emboscada salieron rápidamente de su escondite, tomaron carrera y, entrando en la ciudad, se apoderaron de ella y se dieron prisa a prenderle fuego. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y levantándose prontamente de su lugar los que estaban en la emboscada, corrieron luego que él alzó su mano, y vinieron a la ciudad, y la tomaron, y se apresuraron a prenderle fuego. Biblia Nueva Traducción Viviente En cuanto Josué dio la señal, todos los hombres que esperaban en la emboscada salieron de golpe de sus puestos e invadieron la ciudad en masa. Enseguida la sitiaron y le prendieron fuego. Biblia Católica (Latinoamericana) y apenas hubo hecho el gesto, los que estaban emboscados salieron del lugar donde se encontraban. Corrieron, entraron en la ciudad y se la tomaron, luego prendieron fuego a la ciudad. La Biblia Textual 3a Edicion Y tan pronto él hubo extendido su mano, los emboscados salieron rápidamente de su escondite y corriendo, entraron en la ciudad y la capturaron, y se apresuraron a prender fuego a la ciudad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y, al extender la mano, los emboscados surgieron rápidamente de sus posiciones, llegaron corriendo a la ciudad, se apoderaron de ella y se apresuraron a incendiarla. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y levantándose prestamente de su lugar los que estaban en la emboscada, corrieron luego que él alzó su mano, y vinieron a la ciudad, y la tomaron, y se apresuraron a prenderle fuego. |
El Señor dijo a Josué: 'Extiende hacia Ay la jabalina que tienes en la mano, porque te la voy a entregar'. Y Josué extendió hacia la ciudad la jabalina que tenía en la mano.
Tratarás a Ay y a su rey como trataste a Jericó y a su rey. Sólo tomaréis para vosotros el botín y el ganado. Tiende una emboscada contra la ciudad por detrás'.
Cuando las gentes de Ay volvieron la vista atrás, vieron una humareda que subía de la ciudad hasta el cielo. Ya no pudieron ponerse a salvo por ningún lado, porque los israelitas que huían hacia el desierto se volvieron contra ellos.
Entonces, mientras los israelitas se movieron de su puesto y se pusieron en orden de batalla en Baal Tamar, la emboscada de Israel surgió de su puesto al poniente de Guibeá.
Los emboscados se desplegaron rápidamente sobre Guibeá, y pasaron a espada a toda la ciudad.