Cuando te los haya entregado y tú los hayas derrotado, los entregarás al exterminio; no harás pactos ni tendrás compasión con ellos.
Josué 11:12 - Biblia Martin Nieto Josué se apoderó de todas las ciudades de estos reyes, y a todos los pasó a filo de espada, consagrándolos al exterminio, como había mandado Moisés, siervo del Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés siervo de Jehová lo había mandado. Biblia Nueva Traducción Viviente Josué masacró a todos los demás reyes y a sus pueblos, los destruyó por completo, tal como lo había ordenado Moisés, siervo del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Josué se adueñó de todas esas ciudades y de todos sus reyes. Lanzó sobre ellos el anatema y los pasó a cuchillo como Moisés, el servidor de Yavé, lo había ordenado. La Biblia Textual 3a Edicion Y a todas las ciudades de esos reyes, así como a todos sus reyes los capturó Josué, los pasó a filo de espada, dedicándolos al exterminio, tal como Moisés siervo de YHVH había ordenado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se apoderó Josué de todos estos reinos y de todos sus reyes; los mató a filo de espada y los entregó al anatema, como había dispuesto Moisés, siervo de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomó Josué todas las ciudades de estos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada y los destruyó por completo, tal como Moisés siervo de Jehová lo había mandado. |
Cuando te los haya entregado y tú los hayas derrotado, los entregarás al exterminio; no harás pactos ni tendrás compasión con ellos.
Reconoce desde ahora mismo que es el Señor, tu Dios, quien va delante de ti como fuego devorador, que los destruirá. Él los derrotará delante de ti, y tú los desalojarás y los aniquilarás rápidamente, según la promesa del Señor.
Después que Josué y los israelitas los derrotaron y los exterminaron, los que habían escapado se refugiaron en las ciudades fortificadas.
Ese mismo día Josué tomó a Maqueda y la destruyó; pasó a filo de espada a todos los que vivían en ella sin dejar ni un superviviente; al rey de Maqueda lo trató como había tratado al rey de Jericó.
El Señor la entregó también, con su rey, en manos de Israel, que la pasó a filo de espada con todos los que vivían en ella sin dejar un superviviente. Y trató a su rey como había tratado al de Jericó.
El Señor entregó a Laquis en manos de Israel, que la tomó al segundo día, y pasó a filo de espada a todos los que vivían en ella, como había hecho con Libná.
La tomaron aquel mismo día y pasaron a filo de espada a todos los que vivían en ella, exterminándolos completamente, como habían hecho con Laquis.
La tomaron y pasaron a filo de espada al rey y a todos los que vivían en ella y en los pueblos vecinos, exterminándolos por completo y sin dejar un superviviente, como habían hecho con Eglón.
Sin embargo, Israel no quemó ninguna de las ciudades en ruinas edificadas sobre las colinas, a excepción de Jasor, que fue incendiada por Josué.
Lo que el Señor había ordenado a Moisés, su siervo, Moisés se lo ordenó a Josué y Josué lo cumplió, sin dejar de hacer nada de lo que el Señor había ordenado a Moisés.
Todos los habitantes de la montaña del Líbano hasta Misrefot, al occidente, y los sidonios. Yo los expulsaré ante los israelitas. Ahora reparte por suertes esta tierra a los israelitas, como yo te he ordenado.
El Señor les dio paz con todos los pueblos vecinos, como había jurado a sus padres; ninguno de sus enemigos pudo resistirlos; a todos los entregó el Señor en sus manos.
como Moisés, siervo del Señor, había ordenado a los israelitas, según está escrito en el libro de la ley de Moisés: 'Un altar de piedras sin labrar'. Sobre él ofrecieron holocaustos al Señor y presentaron sacrificios de reconciliación.
Una vez que hayáis tomado la ciudad, le prenderéis fuego. Éstas son las órdenes que debéis cumplir. ¡Atención! Soy yo el que os lo mando'.
Ellos respondieron a Josué: 'Tus siervos habían sido informados de cómo el Señor, tu Dios, había mandado a Moisés, su siervo, que se os diera toda la tierra y de que todos sus habitantes fueran exterminados ante vosotros. Y, temiendo por nuestras vidas, hemos hecho esto.