Jeremías 5:10 - Biblia Martin Nieto Escalad sus cercas, destruidlas, arrasadlas totalmente, arrancad sus sarmientos, porque no pertenecen al Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Escalad sus muros y destruid, pero no del todo; quitad las almenas de sus muros, porque no son de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente »Vayan por las hileras de los viñedos y destruyan las vides, pero dejen algunas con vida. Arranquen los sarmientos de las vides, porque esta gente no pertenece al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Vengan, naciones,
y escalen las murallas de mi pueblo,
destruyan, pero no terminen con mi viña,
córtenle esos sarmientos,
ya que no son los que plantó Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Escalad sus muros y destruid!, pero no la destruyáis del todo.° ¡Arrancad sus sarmientos, Porque no son de YHVH! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escalad sus terrazas y destruid, dadle el golpe de gracia; arrancad sus mugrones, pues no son de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Escalad sus muros, y destruid; mas no hagáis consumación: quitad las almenas de sus muros, porque no son de Jehová. |
El Señor mandó contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a espada a sus jóvenes en el santuario mismo, sin perdonar a nadie, ni joven ni virgen, ni anciano ni hombre encanecido. Dios los entregó a todos en sus manos.
Yo te había plantado de cepa generosa, toda de semillas legítimas. ¿Cómo te has convertido en planta degenerada de una viña bastarda?
yo mando a buscar a todas las tribus del norte -dice el Señor- y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de los contornos; las aniquilaré y las dejaré convertidas en objeto de horror, de escarnio y de oprobio perpetuo.
Porque yo estoy contigo -dice el Señor- para salvarte. Aniquilaré a todas las naciones entre las que te he dispersado. A ti no te aniquilaré; sólo te castigaré como mereces y no te dejaré pasar nada.
Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las casas del pueblo, y derruyeron los muros de Jerusalén.
Sí, así habla el Señor: Todo el país será devastado, yo llevaré a cabo un total exterminio.
No, no temas, siervo mío Jacob -dice el Señor-, porque yo estoy contigo. Aniquilaré a todas las naciones donde te he dispersado; pero a ti no te exterminaré, aunque te castigaré como mereces y no te dejaré pasar nada.
Sí, harto me han traicionado la casa de Israel y la casa de Judá -dice el Señor-.
Sin embargo -dice el Señor-, ni siquiera en aquellos días os destruiré por completo.
¿Y no he de castigar tales acciones? -dice el Señor-. ¿De una nación como ésta no he de vengarme?
Sin embargo, todavía preservaré a algunos de ellos de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten entre las gentes donde sean dispersados todas las nefastas acciones que cometieron. Y sabrán que yo soy el Señor'.
O si yo hiciese venir contra ese país la espada y dijese: Que pase la espada por ese país y extermine hombres y animales,
Y el Señor le dijo: 'Ponle el nombre de 'No-mipueblo', porque vosotros no sois ya mi pueblo ni yo soy vuestro Dios'.
Los ojos del Señor Dios están sobre el reino pecador, y lo aniquilaré sobre la superficie de la tierra; sin embargo, no exterminaré completamente a la casa de Jacob, dice el Señor.
El rey, entonces, se irritó, mandó sus tropas a exterminar a aquellos asesinos e incendió su ciudad.