Hijos de Josías: Yojanán, el primogénito; Joaquín, el segundo; Sedecías, el tercero; Salún, el cuarto.
Jeremías 24:8 - Biblia Martin Nieto Y les daré inteligencia para que conozcan que yo soy el Señor; ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque se convertirán a mí de todo corazón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y como los higos malos, que de malos no se pueden comer, así ha dicho Jehová, pondré a Sedequías rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén que quedó en esta tierra, y a los que moran en la tierra de Egipto. Biblia Nueva Traducción Viviente »Sin embargo, los higos malos —dijo el Señor— representan al rey Sedequías de Judá, a sus funcionarios, a todo el pueblo que quedó en Jerusalén y a los que viven en Egipto. Los trataré como a higos malos, tan podridos que no pueden comerse. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero así como se trata a los higos malos, tan podridos que no se pueden comer, así trataré a Sedecías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de los habitantes de Jerusalén, tanto a los que quedaron en este país como a los que viven en Egipto. La Biblia Textual 3a Edicion Pero como los higos malos, que de tan malos no pueden comerse, así son aquellos de quienes dice YHVH: Así entregaré a Sedequías rey de Judá, y a sus príncipes y al resto de Jerusalem, los que hayan quedado en esta tierra, y los que habitan en la tierra de Egipto: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y de los higos malos, que de tan malos no se pueden comer, así dice Yahveh: 'De la misma manera trataré a Sedecías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén, a los que han quedado en este país, que a los que residen en el país de Egipto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y como los malos higos, que de malos no se pueden comer, ciertamente así dice Jehová: De la misma manera daré a Sedequías, rey de Judá, y a sus príncipes, y al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra, y a los que moran en la tierra de Egipto. |
Hijos de Josías: Yojanán, el primogénito; Joaquín, el segundo; Sedecías, el tercero; Salún, el cuarto.
Fui al Éufrates, busqué y tomé el cinturón del lugar en donde lo había escondido; pero el cinturón estaba ya podrido y no servía para nada.
Porque yo he vuelto mi rostro a esta ciudad, pero para mal, no para su bien -dice el Señor-. Será entregada al rey de Babilonia, que la prenderá fuego.
Uno de los cestos contenía higos muy buenos, como lo son los tempranos; el otro tenía higos muy malos, tan malos que no se podían comer.
Aunque derrotarais al ejército entero de los caldeos que combaten contra vosotros y no quedasen entre ellos más que unos pocos malheridos, saldrían éstos uno a uno de su tienda y prenderían fuego a esta ciudad'.
El rey Sedecías envió a sacarlo y le interrogó en secreto en su palacio: '¿Hay alguna palabra de parte del Señor?'. 'Sí', respondió Jeremías; y añadió: 'Tú serás entregado en manos del rey de Babilonia'.
Cuando Jeremías terminó de decir al pueblo todas las palabras del Señor, su Dios, que el Señor le había encargado decirles -todas las palabras precedentes- ,
Ésta es la palabra dirigida a Jeremías acerca de todos los judíos que vivían en Egipto, con residencia en Migdol, Tafnis, Nof, así como en la región de Patrós.