Aunque ayunen, no escucharé su súplica; aunque ofrezcan holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; antes bien, aniquilaré a este pueblo con la espada, el hambre y la peste'.
Jeremías 21:9 - Biblia Martin Nieto El que quede en esta ciudad morirá de espada, de hambre o de peste; el que salga y se rinda a los caldeos que os asedian, vivirá. Conservará su vida como botín. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que quedare en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de pestilencia; mas el que saliere y se pasare a los caldeos que os tienen sitiados, vivirá, y su vida le será por despojo. Biblia Nueva Traducción Viviente Todo el que permanezca en Jerusalén morirá por guerra, enfermedad o hambre, pero aquellos que salgan y se entreguen a los babilonios vivirán. ¡Su recompensa será la vida! Biblia Católica (Latinoamericana) El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; en cambio, el que salga y se rinda a los caldeos, sus sitiadores, vivirá: salvará su vida por lo menos. La Biblia Textual 3a Edicion El que permanezca en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; pero quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá, y tendrá su vida por botín. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá y tendrá su vida por botín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que se quedare en esta ciudad, morirá a espada, o de hambre, o pestilencia: mas el que saliere y se pasare a los caldeos que os tienen cercados, vivirá, y su vida le será por despojo. |
Aunque ayunen, no escucharé su súplica; aunque ofrezcan holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; antes bien, aniquilaré a este pueblo con la espada, el hambre y la peste'.
Después de esto, dice el Señor, entregaré a Sedecías, rey de Judá, a sus servidores y a los habitantes de esta ciudad que hayan escapado a la peste, a la espada y al hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos, de aquellos que buscan su vida; él los pasará a filo de espada sin consideración, sin piedad y sin compasión'.
Los convertiré en objeto de horror para todos los reinos de la tierra; oprobio, chisme, escarnio y maldición en todos los países en que los arroje.
Pero a la nación que doble el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y se someta a él, yo la dejaré en paz en su tierra -dice el Señor-, la cultivará y vivirá en ella'.
En los mismos términos hablé también a Sedecías, rey de Judá. Le dije: 'Ofreced vuestro cuello al yugo del rey de Babilonia; someteos a él y a su pueblo, y viviréis.
¿Por qué tú y tu pueblo queréis exponeros a morir a espada, de hambre y de peste, como ha anunciado el Señor a la nación que se niegue a someterse al rey de Babilonia?
'Esto dice el Señor: El que se quede en la ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; pero el que se entregue a los caldeos vivirá. Su propia vida será su botín; sí, vivirá.
Esto dice el Señor: Jerusalén caerá sin remedio en manos del ejército del rey de Babilonia, que la tomará'.
Sí, te salvaré. No caerás a espada, sino que la salvación de tu vida será tu botín, por haber puesto tu confianza en mí' -dice el Señor-.
¿Y tú andas buscando para ti cosas extraordinarias? No las busques, pues yo voy a mandar desventuras sobre todo mortal -dice el Señor-. A ti te concederé como botín la vida, dondequiera que vayas'.
Un tercio de tus habitantes morirá de peste y se consumirá de hambre en medio de ti, otro tercio caerá a cuchillo en tus alrededores y el otro lo esparciré yo a todos los vientos, desenvainando detrás de ellos la espada.