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Jeremías 2:18 - Biblia Martin Nieto

Y ahora, ¿a qué fin dirigirte a Egipto para beber el agua del Nilo? ¿A qué fin marchar a Asiria para beber el agua del río?

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Biblia Reina Valera 1960

Ahora, pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del Éufrates?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»¿Qué provecho has sacado de tus alianzas con Egipto y de tus pactos con Asiria? ¿En qué te benefician las corrientes del Nilo o las aguas del río Éufrates?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Para qué llamas a Egipto?, ¿acaso te sanarán las aguas del Nilo? ¿Y para qué llamas a Asur?, ¿apagarán acaso tu sed las aguas del río?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y ahora, ¿qué buscas rumbo a Egipto? ¿Beber agua del Nilo?° ¿Qué buscas rumbo Asiria? ¿Beber agua del Éufrates?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y ahora, ¿a qué tienes tú que ir a Egipto a beber las aguas del Nilo? y, ¿a qué tienes que ir a Asiria a beber las aguas del Río?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Ahora pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del río?

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Jeremías 2:18
18 Tagairtí Cros  

Por entonces el rey Acaz pidió ayuda al rey de Asiria.


de aguas enormes. El grano del Nilo, la cosecha del río eran su riqueza, la del emporio de los pueblos.


¡Ay de los que bajan a Egipto en busca de ayuda!; de los que confían en caballos y ponen su esperanza en el número de sus carros y en la fuerza de sus jinetes, pero no han puesto sus ojos en el Santo de Israel ni han consultado al Señor.


Aquel día el Señor rasurará con navaja alquilada al otro lado del río -el rey de Asiria- la cabeza, los pelos de las piernas, y raerá la barba.


¡Qué inconstante eres cambiando de caminos! ¡También con Egipto quedarás corrida como lo fuiste con Asiria!


¿Hasta cuándo andarás lejos, hija rebelde? Pues el Señor crea una cosa nueva en la tierra: la mujer rodeará al varón.


Sin tregua se consumían nuestros ojos, esperando socorros en vano. Desde las atalayas oteábamos a un país que no nos podía salvar.


Hacia Egipto tendemos la mano, hacia Asiria en busca de pan.


Después, no harta todavía, te prostituiste a los hijos de Asiria; te prostituiste, pero tampoco quedaste satisfecha.


Pero éste se ha rebelado contra él enviando sus mensajeros a Egipto en busca de caballos y hombres en abundancia. ¿Podrá tener éxito? ¿Podrá librarse quien hizo tales cosas? El que ha quebrantado un pacto, ¿podrá escapar?


han sido la causa de todo esto, porque, prostituyéndote ante las naciones, te has contaminado con sus ídolos.


Efraín ha visto su enfermedad y Judá su llaga. Efraín ha acudido a Asiria y ha enviado mensajeros al gran rey; pero éste no podrá sanaros, ni curará vuestra llaga.


Efraín es como una ingenua paloma falta de inteligencia; llaman a Egipto, acuden a Asiria.


desde el Sijor, en la frontera de Egipto, hasta los confines de Ecrón, al norte, considerado de los cananeos; los cinco principados filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón; al sur, los heveos;