Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jeremías 15:8 - Biblia Martin Nieto

Sus viudas son más numerosas que la arena del mar. Sobre las madres de jóvenes guerreros he traído, en pleno día, al devastador; hago caer sobre ellas de repente terror y espanto.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Sus viudas se me multiplicaron más que la arena del mar; traje contra ellos destruidor a mediodía sobre la madre y sobre los hijos; hice que de repente cayesen terrores sobre la ciudad.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Habrá más viudas que granos de arena a la orilla del mar. Traeré al destructor al mediodía contra las madres de los jóvenes. Súbitamente haré que caigan sobre ellas la angustia y el terror.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sus viudas son más numerosas que las arenas del mar. He dejado caer al salteador, en pleno día, sobre las madres de los jóvenes guerreros; de repente, se han apoderado de ellas el miedo y el terror.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Sus viudas me serán más que la arena del mar; Traeré contra madres e hijos al devastador, Que devastará en pleno día, Y súbitamente haré caer sobre ellos la angustia y el espanto.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sus viudas, por causa mía, son más numerosas que la arena del mar. He traído contra esta madre de jóvenes guerreros un devastador al mediodía; eché sobre ella de repente terror y espanto.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Sus viudas se multiplicaron más que la arena de los mares; traje contra ellos destructor a mediodía sobre la madre y los hijos; le hice caer de repente sobre ellos, y terrores sobre la ciudad.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jeremías 15:8
15 Tagairtí Cros  

Tus hombres caerán bajo la espada, y tus héroes en la lucha.


Llanto y lamento habrá en tus puertas, y yacerás desolada en el polvo.


Aquel día siete mujeres se disputarán a un hombre y le dirán: Nosotras comeremos nuestro pan y nuestro vestido vestiremos; deja sólo que llevemos tu nombre, quítanos nuestra infamia.


Porque esto dice el Señor acerca de los hijos y las hijas que nazcan en este lugar, acerca de las madres que los den a luz y de los padres que los engendren en este país.


¡Entrega, pues, a sus hijos al hambre, abandónalos a merced de la espada! ¡Quédense sus mujeres sin hijos y sin marido! ¡Mueran de peste sus hombres, y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra!


Prepararé devastadores contra ti, cada uno con sus hoces; talarán tus cedros más selectos, y al fuego los arrojarán.


Publicadlo a las gentes, anunciadlo en Jerusalén: Los enemigos llegan de un lejano país, lanzan su grito contra las ciudades de Judá.


Por eso el león de la selva los asalta, el lobo del desierto los destroza, el leopardo está al acecho ante sus ciudades; todo el que sale fuera es despedazado; porque son muchos sus delitos, abundantes sus rebeldías.


Hija de mi pueblo, vístete de saco, échate en la ceniza, ponte de luto como por un hijo único, con amargos lamentos. Porque cae de improviso el devastador sobre nosotros.


Huérfanos, sin padre hemos quedado; son nuestras madres como viudas.


En ella sus príncipes son como león rugiente ávido de presa, devoran a las personas, se apoderan de haciendas y riquezas y aumentan el número de las viudas.


Tú tropiezas de día, y el profeta tropieza contigo de noche; yo reduciré al silencio a tu madre.


como un lazo, porque así vendrá ese día sobre todos los habitantes de la tierra.