Un pueblo numeroso es la gloria del rey, la escasez de súbditos es la ruina del príncipe.
Jeremías 13:20 - Biblia Martin Nieto Levanta los ojos y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue confiado, la grey de tu gloria? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Alzad vuestros ojos, y ved a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue dado, tu hermosa grey? Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Abran sus ojos y vean los ejércitos que bajan marchando desde el norte! ¿Dónde está tu rebaño —tu hermoso rebaño— que él te encargó cuidar? Biblia Católica (Latinoamericana) Levanta tus ojos, Jerusalén, y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que estaba a tu cargo, las ovejas que eran tu orgullo? La Biblia Textual 3a Edicion ¡Alza tus ojos° y mira quién viene del norte! ¿Dónde está la grey que te fue dada; el rebaño de tu gloria? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Alzad vuestros ojos y ved a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que se te dio, tu magnífico rebaño? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Alzad vuestros ojos, y ved a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue dado, tu hermoso rebaño? |
Un pueblo numeroso es la gloria del rey, la escasez de súbditos es la ruina del príncipe.
El Señor me dijo: 'Desde el norte se derramará la desgracia sobre todos los habitantes de la tierra.
Pues aquí estoy yo para convocar a todos los reinos del norte, dice el Señor. Vendrán y pondrán cada uno su sede ante las puertas de Jerusalén, alrededor de sus muros y ante todas las ciudades de Judá.
¡Escuchad! ¡Ya llega la noticia! Un gran tumulto viene del norte a reducir las ciudades de Judá a un desierto, cobijo de chacales.
Si no escucháis este aviso, mi alma llorará en secreto por vuestro orgullo; llorará sin descanso y mis ojos derramarán lágrimas, porque el rebaño del Señor es conducido al cautiverio.
Por tanto, esto dice el Señor, Dios de Israel, sobre los pastores que guían a mi pueblo: Vosotros habéis dispersado mi rebaño, lo habéis descarriado sin preocuparos de él. Pero yo me voy a ocupar ahora de vosotros -dice el Señor-, castigando vuestras perversas acciones.
Quedan desoladas las tranquilas praderías ante el ardor de la ira del Señor.
Esto dice el Señor: Mirad, un pueblo llega del país del norte, una gran nación se levanta de los confines de la tierra.
Voy a poner en pie de guerra a los caldeos, ese pueblo cruel e impetuoso, que recorre la anchura de la tierra para apoderarse de moradas ajenas.