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Génesis 4:23 - Biblia Martin Nieto

Lamec dijo a sus mujeres: 'Ada y Sila, escuchadme; mujeres de Lamec, prestad oído a mis palabras: Por una herida maté a un hombre, y a un joven por una contusión.

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Biblia Reina Valera 1960

Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cierto día Lamec dijo a sus esposas: «Ada y Zila, oigan mi voz; escúchenme, esposas de Lamec. Maté a un hombre que me atacó, a un joven que me hirió.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Dijo Lamec a sus mujeres: 'Escúchenme ustedes, Ada y Sella; oigan mis palabras, mujeres de Lamec: yo he matado a un hombre por herirme y a un muchacho porque me golpeó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Lamec dijo a sus mujeres: Ada y Zila: ¡Escuchad mi voz! Mujeres de Lamec, Prestad oído a mi dicho: Que a un hombre maté por mi herida, Y a un muchacho por mi contusión.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo Lamec a sus mujeres: 'Adá y Silá, oíd mi voz; mujeres de Lamec, escuchad mis palabras. He matado a un hombre que me hirió. A un joven que me golpeó.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Lamec a sus esposas: Ada y Zila, oíd mi voz; esposas de Lamec, escuchad mi dicho: Que a un varón maté por mi herida, y a un joven por mi golpe:

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Génesis 4:23
7 Tagairtí Cros  

Sila, por su parte, parió a Tubalcaín, forjador de todo género de instrumentos de bronce y de hierro. Hermana de Tubalcaín fue Naamá.


Oh Señor, Dios justiciero, manifiéstate, Dios justiciero.


No serás vengativo ni guardarás rencor hacia tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo: yo, el Señor.


Balaán pronunció esta profecía: 'Levántate, Balac, y escucha; pon atención, hijo de Sipor.


para el día de la venganza y el desquite, / para el tiempo en que sus pies tropezarán. / Está cerca el día de su ruina, / se precipita su destino.


Cuando Jotán lo supo, fue a situarse en la cumbre del monte Garizín, levantó su voz y dijo: '¡Oídme, nobles de Siquén, y que Dios os escuche!