Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Génesis 4:11 - Biblia Martin Nieto

Por tanto, maldito seas lejos de la tierra que ha abierto sus fauces para empaparse con la sangre de tu hermano derramada por ti.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahora eres maldito y serás expulsado de la tierra que se ha tragado la sangre de tu hermano.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

En adelante serás maldito, y vivirás lejos de este suelo fértil que se ha abierto para recibir la sangre de tu hermano, que tu mano ha derramado.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y ahora, ¡maldito seas tú desde esa tierra, la cual ensanchó su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ahora, pues, eres maldecido por la tierra, que ha abierto sus fauces para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Ahora pues, maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano:

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Génesis 4:11
11 Tagairtí Cros  

El Señor Dios dijo a la serpiente: 'Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás del polvo de la tierra todos los días de tu vida.


Tú me echas de aquí y tengo que ocultarme a tu mirada; errante y vagabundo andaré sobre la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará'.


al que llamó Noé, diciendo: 'Él nos consolará en nuestro trabajo y en la fatiga que impone a nuestras manos la tierra maldecida por el Señor'.


Oh tierra, no cubras mi sangre, y nada detenga mi lamento.


Pues el Señor sale de su morada para castigar los crímenes de los habitantes de la tierra. La tierra vomitará su sangre y no cubrirá ya más a sus víctimas.


Pero los que se atienen al cumplimiento de la ley están bajo maldición, como dice la Escritura: Maldito sea el que no cumple todo lo que está escrito en la ley.


Pero la tierra vino en ayuda de la mujer, abrió su boca y se tragó el río que el dragón había arrojado de su boca.