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Génesis 31:1 - Biblia Martin Nieto

Después oyó que los hijos de Labán andaban diciendo: 'Jacob se ha apoderado de lo que es de nuestro padre; a expensas de nuestro padre ha hecho toda esta riqueza'.

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Biblia Reina Valera 1960

Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jacob se enteró de que los hijos de Labán se quejaban de él, y decían: «¡Jacob le robó todo a nuestro padre! Logró toda su riqueza a costa de nuestro padre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Supo Jacob lo que los hijos de Labán andaban diciendo: 'Jacob se ha apoderado de todo lo de nuestro padre, y con lo de nuestro padre ha hecho toda esa fortuna.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero oía las palabras de los hijos de Labán, diciendo: Jacob ha tomado todo lo de nuestro padre, y toda esta riqueza la ha hecho con lo que era de nuestro padre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Oyó Jacob que los hijos de Labán decían: 'Jacob se ha apoderado de todo lo que era de nuestro padre, y con lo de nuestro padre ha hecho él toda esa fortuna'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oía él las palabras de los hijos de Labán que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta grandeza.

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Génesis 31:1
23 Tagairtí Cros  

De este modo se enriqueció enormemente y tuvo numerosos rebaños, esclavos y esclavas, camellos y asnos.


Se dio también cuenta de que Labán no le miraba ya como antes.


Labán respondió a Jacob: 'Estas mujeres son mis hijas, estos muchachos mis nietos, estas ovejas mis ovejas y todo lo que ves es mío. ¿Qué podría hacer yo hoy a estas hijas mías y a los hijos que ellas han engendrado?


Contad a mi padre lo importante que soy en Egipto y todo lo que habéis visto; daos prisa en traer aquí a mi padre'.


y les habló largamente de sus riquezas fabulosas, del número de sus hijos y de la estima que el rey le había concedido, engrandeciéndolo por encima de todos sus príncipes y cortesanos. Y añadió:


¿No decían las gentes de mi tienda: 'Quién no ha quedado saciado en su mesa'?


Que tu mano los aparte de la humanidad, fuera del mundo, que sea ésta su suerte en esta vida; cébalos, Señor, con tus reservas, que se hinchen sus hijos y haya sobras para sus pequeños.


Desde los cielos mandará a salvarme, fustigará a mis opresores, enviará su amor y su verdad.


Un corazón tranquilo es la vida del cuerpo, la envidia es la caries de los huesos.


Cruel es el furor e impetuosa la ira, pero ¿quién podrá resistir ante la envidia?


He visto que todo trabajo y toda empresa con éxito no es más que envidia de uno contra otro. También esto es vanidad y andar a caza del viento.


Por eso el abismo ha ensanchado sus fauces, ha abierto su boca sin medida; ¡baja allá la grandeza (de Sión) y su turba bulliciosa y alegre!


quien quiera presumir, que presuma de esto: De tener inteligencia y conocerme, porque yo soy el Señor, que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra. Sí, esto es lo que me agrada -dice el Señor-.


Los que dicen refranes dirán de ti éste: Cual la madre, tal la hija.


De nuevo el diablo lo llevó a un monte muy alto, le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor,


es un orgulloso que no sabe nada; que desvaría en discusiones y palabrerías, de donde provienen envidias, riñas, insultos, desconfianzas,


Nosotros también en otro tiempo fuimos unos locos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda clase de concupiscencias y placeres, malos y envidiosos, odiados de todos y odiándonos mutuamente unos a otros.


pues: Todo mortal es hierba toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, la flor se marchita,