Génesis 23:20 - Biblia Martin Nieto Así el campo y la cueva que hay en él fueron adquiridos por Abrahán de los hititas, como propiedad funeraria. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y quedó la heredad y la cueva que en ella había, de Abraham, como una posesión para sepultura, recibida de los hijos de Het. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que el campo y la cueva de los hititas pasaron a manos de Abraham, para ser usados como lugar de sepultura permanente. Biblia Católica (Latinoamericana) De este modo el campo, con la cueva que en él se encuentra, fueron vendidos a Abrahán por los hititas, para que sirviera de sepultura. La Biblia Textual 3a Edicion Y el campo, y la cueva que estaba en él, fue escogido como posesión de Abraham, como propiedad de sepultura, procedente de los hijos de Het. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El campo y la cueva que hay en él fueron traspasados por los hijos de Het a Abrahán en propiedad sepulcral. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así Abraham adquirió de los hijos de Het el campo y la cueva que había en él, como una propiedad para sepultura. |
Después Abrahán enterró a Sara en la cueva del campo de Macpela, enfrente de Mambré, en tierra de Canaán.
'Yo soy extranjero y emigrante entre vosotros; dadme una sepultura en propiedad para enterrar a mi difunta'.
Es el campo que compró a los hititas. En él fueron enterrados Abrahán y Sara, su mujer.
Sus hijos, Isaac e Ismael, lo enterraron en la cueva de Macpela, en el campo de Efrón, hijo de Sojar, el hitita, enfrente de Mambré.
Después les dio estas órdenes: 'Yo voy a reunirme con mi pueblo; sepultadme con mis padres en la gruta que está en el campo de Efrón, el hitita,
Lo llevaron a Canaán y lo sepultaron en la caverna del campo de Macpela, comprada por Abrahán para sepultura de los suyos a Efrón, el hitita, enfrente de Mambré.
Mi padre me hizo jurar diciéndome: Yo voy a morir, sepúltame en el sepulcro que hice para mí en el país de Canaán. Permíteme que vaya a sepultar a mi padre y luego volveré'.
El rey respondió a Ornán: 'No, yo quiero comprártelo a precio de plata. No quiero ofrecer al Señor, mi Dios, sacrificios que no me cuestan nada'. Y David compró la era y los bueyes en cincuenta monedas de plata.
Manasés murió y fue sepultado en el jardín de su palacio, en el jardín de Uzá. Le sucedió en el trono su hijo Amón.