'Si a uno se le cae el pelo de la cabeza, se trata simplemente de calvicie, y es puro.
Gálatas 4:13 - Biblia Martin Nieto Pero sabéis que, debido a una enfermedad que tuve, os anuncié por primera vez el evangelio; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; Biblia Nueva Traducción Viviente Sin duda, recordarán que yo estaba enfermo la primera vez que les llevé la Buena Noticia. Biblia Católica (Latinoamericana) Recuerden que en los comienzos, cuando les anuncié el Evangelio, yo estaba enfermo. La Biblia Textual 3a Edicion Y sabéis que por una debilidad de la carne os proclamé las buenas nuevas la primera vez. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sabéis que la primera vez que os anuncié el Evangelio fue a consecuencia de una debilidad corporal Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vosotros sabéis que en flaqueza de la carne os prediqué el evangelio al principio, |
'Si a uno se le cae el pelo de la cabeza, se trata simplemente de calvicie, y es puro.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando todas las enfermedades y dolencias del pueblo.
Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en Asia.
porque dicen que mis cartas son duras y fuertes, pero que mi presencia corporal es muy poca cosa y mi palabra lamentable-,
Y si soy torpe de palabra, no lo soy de ciencia; que en todo y de todas las maneras lo hemos probado ante vosotros.
Fue crucificado en razón de su flaqueza, pero ahora vive por el poder de Dios. Yo también participo de su debilidad y participaré, frente a vosotros, de su poderosa vida divina.
Estoy sorprendido de que tan rápidamente os hayáis apartado de aquel que os llamó por la gracia de Cristo y os hayáis pasado a otro evangelio.
Hermanos, os ruego que os hagáis como yo, porque yo también me he hecho como vosotros. No me habéis ofendido en nada.
y aunque mi enfermedad fue para vosotros una prueba, no me despreciasteis ni me rechazasteis, sino que me acogisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
Lo mejor es demostrar un sano interés por los demás; pero siempre, y no solamente cuando estoy entre vosotros.