Los fariseos, al verlo, decían a los discípulos: '¿Por qué vuestro maestro come con los publicanos y pecadores?'.
Gálatas 2:15 - Biblia Martin Nieto Nosotros somos judíos de nacimiento, y no pecadores paganos; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, Biblia Nueva Traducción Viviente »Tú y yo somos judíos de nacimiento, no somos “pecadores” como los gentiles. Biblia Católica (Latinoamericana) Nosotros somos judíos de nacimiento; no pertenecemos a esos pueblos pecadores. La Biblia Textual 3a Edicion Nosotros, judíos por naturaleza, y no pecadores de entre los gentiles, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nosotros somos judíos de nacimiento, y no pecadores procedentes de gentiles. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nosotros, somos judíos naturales, y no pecadores de los gentiles; |
Los fariseos, al verlo, decían a los discípulos: '¿Por qué vuestro maestro come con los publicanos y pecadores?'.
que el hijo del hombre debía ser entregado en manos de pecadores, ser crucificado y resucitar al tercer día'.
Y me dijo: Ponte en camino, que te voy a enviar a pueblos más lejanos'.
Entonces, ¿qué? ¿Tenemos alguna ventaja? Ninguna. Pues hemos probado antes que todos, tanto los judíos como los paganos, están bajo pecado,
Por esto la justicia viene de la fe, para que sea gratuita, a fin de que sea firme la promesa a toda la descendencia; no sólo a la que es por la fe de Abrahán, el cual es padre de todos nosotros,
Pero si buscando ser justificados por Cristo resulta que somos pecadores, ¿será acaso Cristo ministro del pecado? De ninguna manera.
Nosotros también éramos de ésos cuando nos dejábamos llevar de las apetencias carnales, sujetos a los deseos de nuestros instintos y a nuestra imaginación. Éramos, por naturaleza, objeto de la ira divina, igual que los demás.
aunque yo sí podría confiar en lo humano; pues si alguno cree poder confiar en lo humano, más podría yo.
Nosotros también en otro tiempo fuimos unos locos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda clase de concupiscencias y placeres, malos y envidiosos, odiados de todos y odiándonos mutuamente unos a otros.
El Señor te mandó a esta expedición y te ordenó: Anda y destruye a esos pecadores amalecitas, y hazles la guerra hasta acabar con ellos.