Éxodo 6:9 - Biblia Martin Nieto Así habló Moisés a los israelitas, pero ellos no lo escucharon por el desaliento que les causaba su dura esclavitud. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Moisés le dijo al pueblo de Israel lo que el Señor había dicho, pero ellos no quisieron escucharlo más porque estaban demasiado desalentados por la brutalidad de su esclavitud. Biblia Católica (Latinoamericana) Así habló Moisés a los hijos de Israel, pero no le hicieron caso, porque estaban desanimados y agobiados por sus duras labores. La Biblia Textual 3a Edicion Así habló Moisés a los hijos de Israel, pero a causa de la impaciencia de espíritu y la dura esclavitud, no escucharon a Moisés. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así habló Moisés a los israelitas, pero era tanta la angustia de su espíritu y tan dura su servidumbre que no le escucharon. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel: mas ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre. |
y amargando su vida con trabajos forzados: en la fabricación de mortero y ladrillos y en las diversas faenas del campo, trabajos a los que los sometían con dureza.
¿No te decíamos en Egipto: No te preocupes de nosotros, pues queremos servir a los egipcios? Porque ¿no es, acaso, mejor servir a los egipcios que morir en el desierto?'.
Entretanto, y después de mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Los israelitas, que seguían gimiendo bajo la dura esclavitud, clamaron, y su clamor, provocado por la esclavitud, subió hasta Dios.
y les dijeron: 'Que el Señor os vea y os juzgue, pues sois la causa de que el Faraón y sus siervos nos miren mal, y habéis puesto la espada en sus manos para que nos maten'.
Los malos se prosternan delante de los buenos, y los injustos ante la puerta de los justos.
El espíritu del hombre le sostiene en su enfermedad; pero al espíritu abatido, ¿quién le sostendrá?
Partieron de Hor de la Montaña camino del mar Rojo, para rodear la tierra de Edón. En el camino empezó a impacientarse el pueblo,