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Éxodo 25:2 - Biblia Martin Nieto

'Di a los israelitas que me ofrezcan tributos. Vosotros los recogeréis de todo aquel que los entregue de todo corazón.

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Biblia Reina Valera 1960

Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Dile al pueblo de Israel que me traiga sus ofrendas sagradas. Acepta las contribuciones de todos los que tengan el corazón dispuesto a ofrendar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pide a los israelitas que me ofrezcan una contribución. Tú recibirás todas sus ofrendas voluntarias.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Di a los hijos de Israel que recojan una ofrenda para mí. De todo varón generoso de corazón recogeréis una ofrenda para mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

'Di a los israelitas que me traigan ofrendas; vosotros las recibiréis, para mí, de todo aquel que las ofrezca de buen corazón.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Di a los hijos de Israel que tomen para mí una ofrenda. De todo varón que la diere de su voluntad, de su corazón, tomaréis mi ofrenda.

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Éxodo 25:2
16 Tagairtí Cros  

Y todos sus vecinos les proporcionaron toda clase de recursos: plata, oro, bienes, ganado, objetos preciosos, además de otras ofrendas voluntarias.


Algunos de los cabezas de familia, al llegar al templo del Señor, en Jerusalén, hicieron generosos donativos para reconstruir el templo del Señor en su emplazamiento anterior.


Ofrecieron el holocausto diario, los correspondientes a los novilunios y a las solemnidades consagradas al Señor, así como los que ofrecían voluntariamente al Señor.


así como toda la plata y el oro que puedas reunir en toda la provincia de Babilonia, además de las ofrendas voluntarias del pueblo y los sacerdotes para el templo de su Dios en Jerusalén.


El pueblo bendijo a todos los que se ofrecían voluntarios para residir en Jerusalén.


Contigo el poderío el día de tu nacimiento; en las montañas santas, como el rocío, te he engendrado en el seno de la aurora.


Éstos serán los tributos que podréis recoger: oro, plata y bronce;


pues yo les doy como heredad los diezmos que los israelitas han de entregar al Señor. Por eso les digo: No tendréis heredad en medio de Israel'.


Que cada uno dé lo que le dicte la conciencia; no de mala gana o por compromiso, pues Dios ama a quien da con alegría.


Mi corazón se vuelve a los jefes de Israel, a los valientes del pueblo: ¡Bendecid al Señor!