Éxodo 16:20 - Biblia Martin Nieto Mas no le obedecieron, y algunos guardaron para el día siguiente; pero se llenó de gusanos y se pudrió, por lo cual Moisés se irritó contra ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crio gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, algunos no hicieron caso y guardaron un poco hasta la mañana siguiente; pero para entonces se había llenado de gusanos y apestaba, y Moisés se enojó mucho con ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Algunos no le hicieron caso, sino que guardaron para el día siguiente. Pero se llenó de gusanos y se pudrió. Moisés se enojó con ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Pero no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de él hasta la mañana, y crió gusanos y hedió, y Moisés se enfureció contra ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sin embargo, no escucharon a Moisés y algunos dejaron algo para la mañana siguiente; pero se llenó de gusanos y se pudrió. E irritóse contra ellos Moisés. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y se pudrió; y se enojó contra ellos Moisés. |
Lo recogían cada mañana, cada uno en razón de su propio consumo. Cuando calentaba el sol, se derretía.
Lo guardaron hasta la mañana siguiente, como había ordenado Moisés, y no se estropeó ni se encontró en ello gusano alguno.
Moisés, preso de gran indignación, dijo al Señor: 'No hagas caso de su ofrenda. Ni un asno he tomado yo de ellos; a ninguno de ellos he perjudicado'.
'No atesoréis en la tierra, donde la polilla y el orín corroen y donde los ladrones socaban y roban'.
Pero Jesús, al verlo, se indignó y les dijo: 'Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios.
Entonces, mirándolos indignado y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: 'Extiende tu mano'. La extendió y quedó sana.
Y prosiguió: 'Guardaos bien de toda avaricia; que, aunque uno esté en la abundancia, no tiene asegurada la vida con sus riquezas'.
Vended lo que tengáis y dad limosna con ello. Haceos bolsas que no se gasten y riquezas inagotables en el cielo, donde no entra ningún ladrón, ni roe la polilla;
Si os indignáis, no lleguéis a pecar y que vuestra indignación cese ates de que se ponga el sol;
Que la avaricia no se apodere de vosotros. Contentaos con lo que tenéis, porque Dios mismo ha dicho: