para que no se irrite y os veáis perdidos, pues su cólera se inflama en un instante. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!
Efesios 1:12 - Biblia Martin Nieto a fin de que nosotros, los que antes habíamos esperado en Cristo, seamos alabanza de su gloria; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. Biblia Nueva Traducción Viviente El propósito de Dios fue que nosotros, los judíos —que fuimos los primeros en confiar en Cristo—, diéramos gloria y alabanza a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) y lleváramos la espera del Mesías,
con el fin de que sea alabada su Gloria. La Biblia Textual 3a Edicion a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros, los que primeramente esperábamos en el Mesías; Biblia Serafín de Ausejo 1975 a ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya de antes teníamos puesta en Cristo la esperanza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) para que seamos para alabanza de su gloria, nosotros quienes primero confiamos en Cristo. |
para que no se irrite y os veáis perdidos, pues su cólera se inflama en un instante. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!
Aquel día la raíz de Jesé se alzará como enseña de las gentes; la buscarán los pueblos, y será gloriosa su morada.
Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.
Por mí mismo lo juro; de mi boca sale la verdad, una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, toda lengua jurará por mí,
Gracias al Señor toda la raza de Israel obtendrá la justicia y saltará de gozo.
En sus días se salvará Judá, e Israel vivirá en seguridad. Y éste será el nombre con que le llamarán: 'El Señor nuestra justicia'.
para hacer resplandecer la gracia maravillosa que nos ha concedido por medio de su querido Hijo.
a fin de manifestar en los siglos venideros la excelsa riqueza de su gracia mediante su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, en todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.
Pero nosotros debemos dar continuamente gracias a Dios por vosotros, hermanos queridos del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvaros por la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad.
Ésta es la causa de todos estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, pues sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él puede guardar hasta el último día lo que me ha encomendado.
Él nos ha engendrado según su voluntad por la palabra de la verdad, para que seamos como las primicias de sus criaturas.
los que por él creéis en Dios, el cual habiéndole resucitado de entre los muertos y coronado de gloria viene a ser por lo mismo el objeto de vuestra fe y de vuestra esperanza.