Porque esto dice el Señor, Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá que van a ser destruidas. Ellas servirán de muros de defensa y de baluarte
Daniel 11:15 - Biblia Martin Nieto El rey del norte llegará, levantará un terraplén de asedio y tomará la ciudad muy fortificada; las fuerzas del sur no resistirán, ni siquiera los más valientes del pueblo; nada podrá resistir. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Vendrá, pues, el rey del norte, y levantará baluartes, y tomará la ciudad fuerte; y las fuerzas del sur no podrán sostenerse, ni sus tropas escogidas, porque no habrá fuerzas para resistir. Biblia Nueva Traducción Viviente Después llegará el rey del norte y sitiará una ciudad fortificada y la conquistará. Las mejores tropas del sur no podrán hacer frente al ataque. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey del norte avanzará, cavará trincheras y se apoderará de una ciudad fortificada; el ejército del sur no podrá resistir ante su empuje y los más valientes de sus hombres huirán. La Biblia Textual 3a Edicion Y vendrá el rey del norte, y levantará baluartes, y tomará la ciudad fortificada, y las fuerzas del sur no podrán sostenerse, ni sus tropas escogidas, porque no habrá fuerzas para resistir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vendrá entonces el rey del norte, levantará terraplenes y tomará la ciudad fortificada. Las fuerzas del mediodía no resistirán, y ni siquiera las tropas escogidas serán capaces de resistir.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vendrá, pues, el rey del norte, y fundará baluartes, y tomará la ciudad fuerte; y los brazos del sur no podrán permanecer, ni su pueblo escogido, ni habrá fortaleza que pueda resistir. |
Porque esto dice el Señor, Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá que van a ser destruidas. Ellas servirán de muros de defensa y de baluarte
Escalad sus cercas, destruidlas, arrasadlas totalmente, arrancad sus sarmientos, porque no pertenecen al Señor.
Y en el año noveno de su reinado, el día diez del décimo mes, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó con todo su ejército contra Jerusalén. Acampó junto a ella y levantó alrededor un terraplén de asedio.
Pues así habla el Señor todopoderoso: Derribad sus árboles, alzad un terraplén en torno a Jerusalén; ésta es la ciudad de la mentira, en ella sólo hay opresión.
No le apoyará el Faraón en la guerra con grandes fuerzas ni muchos hombres cuando se levanten terraplenes y se construyan baluartes de asedio para exterminar a muchas personas.
Haz luego un simulacro de asedio contra ella; levanta contra ella torres movibles, amontona terraplenes, emplaza campamentos, sitúa arietes todo alrededor.
Por entonces se levantarán muchos contra el rey del sur, y algunos hombres violentos de tu pueblo se sublevarán para que se cumpla la visión, pero caerán.
Al cabo de algunos años harán un pacto, y la hija del rey del sur se presentará al rey del norte para ejecutar los convenios; pero llegará a faltarle el apoyo de su padre y no subsistirá su descendencia; será entregada a la muerte ella y las personas de su séquito, con su padre y quien la sostenía.
Vi cómo alcanzó al carnero, cómo lo embistió, ebrio de cólera, y le quebró los dos cuernos, sin que el carnero tuviera fuerzas para hacerle frente; lo tumbó en tierra, lo pisoteó y no hubo quien librara al carnero vencido.
Nadie podrá resistir ante ti mientras vivas; yo estaré contigo como estuve con Moisés; no te dejaré ni te abandonaré.