Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Daniel 10:7 - Biblia Martin Nieto

Sólo yo, Daniel, contemplé la visión: los hombres que se encontraban conmigo no veían nada, pero un gran terror los invadió y huyeron a esconderse.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Solo yo, Daniel, vi esta visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron nada, pero de pronto tuvieron mucho miedo y corrieron a esconderse.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sólo yo Daniel contemplé esa visión; los hombres que me acompañaban no vieron nada, pero se apoderó de ellos un gran susto y corrieron a esconderse.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, pero un gran temor se apoderó de ellos y huyeron para esconderse.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yo solo, Daniel, veía la visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron nada; pero se apoderó de ellos un gran terror y huyeron a esconderse.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo; sino que cayó sobre ellos un gran temor y huyeron a esconderse.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Daniel 10:7
8 Tagairtí Cros  

Y éste respondió: 'Oí tus pasos por el jardín, me entró miedo porque estaba desnudo, y me escondí'.


Métete entre las rocas, escóndete en el polvo ante el terror del Señor, de su imponente majestad, cuando venga a hacer temblar la tierra.


Si un hombre se oculta en escondrijo, ¿no le veré yo acaso? -dice el Señor-. ¿Es que los cielos y la tierra no los lleno yo? -dice el Señor-.


'Hijo de hombre, come tu pan con temor y bebe tu agua con estremecimiento y angustia.


Los que estaban conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba.


Los que lo acompañaban se quedaron atónitos, oyendo la voz, pero sin ver a nadie.


Y el espectáculo era tan terrible que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando.