El celo de tu casa me devora, las ofensas que te hacen recaen sobre mí.
Daniel 10:12 - Biblia Martin Nieto Él continuó: 'No temas, Daniel, pues desde el primer día que tú, con el fin de comprender, decidiste hacer penitencia ante tu Dios, fueron escuchadas tus palabras y, debido a ellas, he venido yo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces dijo: «No tengas miedo, Daniel. Desde el primer día que comenzaste a orar para recibir entendimiento y a humillarte delante de tu Dios, tu petición fue escuchada en el cielo. He venido en respuesta a tu oración; Biblia Católica (Latinoamericana) Luego añadió: 'No tengas miedo, Daniel, porque desde el primer día en que trataste de comprender y de humillarte ante la mirada de tu Dios, tus palabras fueron escuchadas y por eso vine yo en persona'. La Biblia Textual 3a Edicion Me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él prosiguió: 'No temas, Daniel, porque desde el primer día en que intentaste comprender y te humillaste ante tu Dios, fueron oídas tus palabras, y por causa de ellas he venido yo a ti. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces me dijo: Daniel, no temas: porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligirte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. |
El celo de tu casa me devora, las ofensas que te hacen recaen sobre mí.
Decid a los pusilánimes: ¡Ánimo, no temáis! Mirad, es vuestro Dios; ya viene la venganza, la revancha de Dios; viene él mismo a salvaros.
no temas, porque yo estoy contigo; no te asustes, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerza, soy tu auxilio y te sostengo con mi diestra victoriosa. DIOS
No temas, gusanillo de Jacob, larva insignificante de Israel; ya vengo yo en tu ayuda, dice el Señor: tu redentor es el Santo de Israel.
Entonces, si clamas, el Señor responderá a tus gritos; dirá: ¡Aquí estoy! Si apartas el yugo de tu lado, el gesto amenazante y la mala idea,
Incluso antes de que llamen yo responderé, y estando aún hablando serán escuchados.
Y me dijo: 'Daniel, hombre preferido por Dios, presta atención a las palabras que te voy a decir e incorpórate, pues ahora he sido enviado a ti'. Al decirme esto, me incorporé temblando todavía.
Después me dijo: 'No temas, hombre preferido por Dios, la paz sea contigo; sé fuerte y ten ánimo'. Al hablarme así me sentí reanimado y dije: 'Hable mi Señor, pues me has confortado'.
Ésta será para vosotros ley perpetua: el séptimo mes, el día diez del mes, ayunaréis y no haréis trabajo alguno, tanto el indígena como el extranjero residente en medio de vosotros.
Será para vosotros día de descanso sabático y día de ayuno. Es ley perpetua.
El diez del mismo séptimo mes tendréis asamblea santa; ayunaréis y no haréis ningún trabajo.
Jesús les dijo: 'No tengáis miedo; id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea, que allí me verán'.
Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: 'No temáis; sé que buscáis a Jesús, el crucificado.
Pero él les dijo: 'No os asustéis. Buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado. No está aquí. Ved el sitio donde lo pusieron.
El ángel le dijo: 'No tengas miedo, Zacarías, pues tu petición ha sido escuchada, y tu mujer Isabel te dará un hijo, al que pondrás por nombre Juan.
El ángel le dijo: 'No tengas miedo, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
El ángel les dijo: 'No tengáis miedo, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo.
'No temas, Pablo; tienes que comparecer ante el césar; y he aquí que Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo'.
Al verle, caí a sus pies como muerto; pero él me tocó con su mano derecha, y me dijo: 'No tengas miedo; soy yo, el primero y el último, el viviente;