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Apocalipsis 9:7 - Biblia Martin Nieto

Las langostas se parecían a caballos preparados para la guerra: en sus cabezas tenían coronas como de oro, y sus rostros eran como los de los hombres;

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Biblia Reina Valera 1960

El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Las langostas parecían caballos preparados para la batalla. Llevaban lo que parecían coronas de oro sobre la cabeza, y las caras parecían humanas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Estas langostas se parecen a caballos aparejados para la guerra. Pareciera que tienen en la cabeza coronas de oro y rostros como de seres humanos;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la batalla,° y sobre sus cabezas había como coronas, al parecer de oro, y sus caras eran como rostros de hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

La apariencia de las langostas era como de caballos equipados para la guerra; tenían sobre sus cabezas coronas que parecían de oro y sus rostros eran rostros humanos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el parecer de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; y sobre sus cabezas tenían como coronas semejantes al oro; y sus caras eran como caras de hombres;

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Apocalipsis 9:7
6 Tagairtí Cros  

La primera era como un león con alas de águila. Vi que le arrancaron las alas, la levantaron de la tierra y la incorporaron como un hombre y le dieron un corazón humano.


Yo miraba los cuernos y observé que de en medio de ellos despuntaba otro cuerno, y que tres de los diez precedentes le eran arrancados para dar cabida a aquél. Vi también que el nuevo cuerno tenía ojos como los de un hombre y una boca que decía cosas monstruosas.


Tus guardianes son como las langostas; tus funcionarios como enjambres de insectos, que se posan en las tapias en los días de frío. Sale el sol y levantan el vuelo sin que se sepa dónde han ido.


Vi aparecer un caballo blanco; el jinete tenía arco, se le dio una corona y salió como vencedor y para vencer.


del humo salieron langostas que se esparcieron sobre la tierra, y a las que se dio un poder semejante al de los escorpiones de la tierra.