'Cuando asistáis en un parto a las hebreas, mirad el sexo; si es niño, matadlo; si es niña, dejadla vivir'.
Apocalipsis 12:4 - Biblia Martin Nieto su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanzó sobre la tierra. El dragón se puso delante de la mujer en trance de dar a luz, para devorar al hijo tan pronto como le diera a luz. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. Biblia Nueva Traducción Viviente Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas en el cielo y las arrojó a la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se paró delante de ella, listo para devorar al bebé en cuanto naciera. Biblia Católica (Latinoamericana) con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo, precipitándolas sobre la tierra.
El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto naciera. La Biblia Textual 3a Edicion y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra.° Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba a punto de dar a luz, a fin de devorar° a su hijo cuando ella° diera a luz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo y las arroja a la tierra. El dragón se detuvo ante la mujer que estaba a punto de alumbrar, para devorar a su hijo en cuanto lo diese a luz. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. |
'Cuando asistáis en un parto a las hebreas, mirad el sexo; si es niño, matadlo; si es niña, dejadla vivir'.
Aquel día el Señor castigará con su espada dura, grande y fuerte a Leviatán, la serpiente huidiza; a Leviatán, la serpiente tortuosa, y matará al dragón del mar.
Vosotros sois hijos del diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él fue homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, pues no hay verdad en él. Cuando dice mentira, habla según su propia naturaleza, porque es mentiroso y padre de la mentira.
¡Sed sobrios y estad en guardia!. Vuestro enemigo el diablo como león rugiente da vueltas y busca a quién devorar.
Entonces hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles combatieron,
Y fue precipitado a la tierra el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama 'Diablo' y 'Satanás', el seductor del mundo entero, y sus ángeles fueron precipitados con él.
La bestia que vi era semejante a una pantera; sus pies eran como los de un oso, y su boca como la de un león. El dragón le dio su poder y su trono con un gran imperio.
Adoraron al dragón, porque había dado su poder a la bestia, y adoraron a la bestia diciendo: '¿Quién es semejante a la bestia y quién podrá luchar contra ella?'.
Después vi salir de la boca del dragón, de la bestia y de la del falso profeta tres espíritus inmundos, como ranas:
Y la mujer que has visto es la gran ciudad, que reina sobre los reyes de la tierra'.
Prendió al dragón, la antigua serpiente -que es el diablo, Satanás-, lo encadenó por mil años,
El tercer ángel tocó la trompeta, cayó del cielo una gran estrella, ardiente como una llama; cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas.
El nombre de la estrella es ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por estas aguas, que se habían vuelto amargas.
El cuarto ángel tocó la trompeta, y la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas quedaron heridas de muerte de tal manera que se oscureció la tercera parte de las mismas y el día perdió una tercera parte de su esplendor, lo mismo que la noche.
El primero tocó la trompeta, y cayó sobre la tierra granizo y fuego mezclado con sangre; la tercera parte de la tierra quedó abrasada, la tercera parte de los árboles quedó abrasada y la tercera parte de la hierba verde quedó abrasada.
El segundo ángel tocó la trompeta, y una enorme mole de brasas, como una montaña, fue lanzada al mar; la tercera parte del mar se convirtió en sangre,
pereció la tercera parte de los seres del mar y la tercera parte de las naves fue destruida.
sus colas, como las de los escorpiones, con aguijones, tienen el poder de dañar a los hombres durante cinco meses.
Porque el poder de los caballos está en sus bocas y en sus colas; sus colas, parecidas a las serpientes, tienen cabezas, de las que se sirven para dañar.