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Apocalipsis 1:10 - Biblia Martin Nieto

Caí en éxtasis el día del Señor y oí detrás de mí una voz potente como de trompeta,

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Biblia Reina Valera 1960

Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Era el día del Señor, y yo estaba adorando en el Espíritu. De repente, oí detrás de mí una fuerte voz, como un toque de trompeta,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Se apoderó de mí el Espíritu el día del Señor y oí a mis espaldas una voz que sonaba como trompeta:

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y estando en espíritu° en el día dominical,° oí detrás de mí una gran° voz, como de trompeta,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Fui arrebatado en espíritu, el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo fui en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta,

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Apocalipsis 1:10
13 Tagairtí Cros  

Levantó los ojos y vio a Israel acampado por tribus; el espíritu del Señor vino sobre él,


Él les replicó: 'Pues, ¿cómo David, inspirado por el Espíritu, le llama Señor cuando dice:


En la tarde de aquel día, el primero de la semana, y estando los discípulos con las puertas cerradas por miedo a los judíos, llegó Jesús, se puso en medio y les dijo: '¡La paz esté con vosotros!'.


Ocho días después, estaban nuevamente allí dentro los discípulos, y Tomás con ellos. Jesús llegó, estando cerradas las puertas, se puso en medio y les dijo: '¡La paz esté con vosotros!'.


El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan. Pablo, que iba a partir al día siguiente, estuvo hablando con ellos hasta medianoche.


Por eso os manifiesto que nadie, movido por el Espíritu de Dios, puede decir: 'Maldito sea Jesús'; y nadie puede decir: 'Jesús es el Señor', si no es movido por el Espíritu.


Los domingos, cada uno de vosotros separe lo que pueda, según lo que gane, sin esperar a mi llegada para hacer la colecta.


Y me transportó en espíritu a un desierto. Y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, con siete cabezas y diez cuernos.


Y me llevó en espíritu sobre un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios