Melquisedec, rey de Salén, sacó pan y vino; era él sacerdote del Dios altísimo, y
2 Samuel 5:6 - Biblia Martin Nieto El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén contra los jebuseos, que habitaban la región. Éstos dijeron a David: 'No entrarás aquí; los ciegos y los cojos te rechazarán'. Como diciendo: 'David no entrará aquí'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá). Biblia Nueva Traducción Viviente Luego David guio a sus hombres a Jerusalén para pelear contra los jebuseos, los habitantes originarios de esa tierra, que vivían allí. Los jebuseos se mofaban de David: «¡Jamás entrarás aquí! ¡Hasta los ciegos y los cojos pueden impedir que ingreses!». Pues los jebuseos pensaban que estaban a salvo. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey y sus hombres avanzaron sobre Jerusalén para atacar a los jebuseos que vivían por entonces en la región. Estos dijeron a David: 'Tú no entrarás aquí, aunque los ciegos y los cojos fueran los defensores'. La Biblia Textual 3a Edicion Y marchó el rey con sus hombres a Jerusalem contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra, los cuales habían hablado a David diciendo: No podrás entrar acá, pues hasta los ciegos y los cojos te rechazarían gritando: ¡David no entrará acá! Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey y sus hombres se dirigieron a Jerusalén contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra. Éstos habían desafiado a David en estos términos: 'No entrarás aquí; cojos y ciegos bastarán para rechazarte'. Como queriendo decir: no entrará David aquí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey y sus hombres fueron a Jerusalén a los jebuseos que habitaban en la tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, a menos que eches a los ciegos y a los cojos (pensando: No entrará acá David). |
Melquisedec, rey de Salén, sacó pan y vino; era él sacerdote del Dios altísimo, y
El sabio asalta una ciudad de héroes y derriba la muralla en que aquélla confía.
A ti me dirijo, moradora del valle, roca de la llanura -dice el Señor-, a vosotros que decís: '¿Quién podrá asaltarnos y penetrar en nuestros refugios?'.
Aunque derrotarais al ejército entero de los caldeos que combaten contra vosotros y no quedasen entre ellos más que unos pocos malheridos, saldrían éstos uno a uno de su tienda y prenderían fuego a esta ciudad'.
En efecto, este Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, que salió al encuentro de Abrahán cuando éste volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo,
Entonces Adonisedec, rey de Jerusalén, envió a decir a Ohán, rey de Hebrón; a Pirán, rey de Yarmut; a Yafia, rey de Laquis, y a Debir, rey de Eglón:
Pero los hijos de Judá no pudieron echar de Jerusalén a los jebuseos; por eso los jebuseos viven todavía hoy en Jerusalén junto con los hijos de Judá.
Sela Elef, Jebús, o sea Jerusalén, Guibeá y Quiriat; catorce ciudades con sus aldeas. Ésta fue la heredad de Benjamín, por clanes.
Sin embargo, los de la tribu de Benjamín no pudieron echar de Jerusalén a los jebuseos, que han continuado viviendo allí hasta el día de hoy con los de Benjamín.
Los de la tribu de Judá atacaron Jerusalén y la tomaron, pasaron a filo de espada a todos sus habitantes y le prendieron fuego.