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2 Samuel 21:16 - Biblia Martin Nieto

Un gigante, descendiente de Rafá, que tenía una lanza que pesaba unos treinta kilos y ceñía una espada nueva, decía que iba a matar a David.

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Biblia Reina Valera 1960

E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Isbi-benob era un descendiente de los gigantes; la punta de bronce de su lanza pesaba más de tres kilos, y estaba armado con una espada nueva. Había acorralado a David y estaba a punto de matarlo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En un momento en que David estaba cansado, trató de matarlo un descendiente de Rafá, llamado Isbó-Benob. Llevaba una lanza de bronce que pesaba trescientos siclos (tres kilos y medio) y tenía además una espada nueva.

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La Biblia Textual 3a Edicion

E Isbi-benob, que era uno de los hijos de Rafah,° cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y estaba ceñido con una espada° nueva, se dispuso a matar a David.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces Yisbi, hijo de Nob, descendiente de Rafá, que llevaba una lanza de bronce de trescientos siclos de peso, y que iba ceñido de una espada nueva, dijo que iba a matar a David.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

E Isbibenob, que era de los hijos del gigante, y cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y que estaba ceñido de una espada nueva, trató de matar a David;

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2 Samuel 21:16
20 Tagairtí Cros  

En el año catorce, Codorlaomer y sus reyes aliados vinieron y derrotaron a los refaítas en Astarot Carnáyim, a los zuzíes en Ham, a los emíes en el valle de Quiriatáyim


En aquel entonces había gigantes en la tierra (y también después), cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres, y ellas les daban hijos. Éstos son los héroes de antaño, hombres famosos.


Hubo otra batalla en Gob contra los filisteos, en la que Sibecay, el jusatita, mató a Saf, un descendiente de los gigantes.


Se dio otra batalla en Gat, donde había un gigante que tenía veinticuatro dedos, seis en cada extremidad. También éste era descendiente de los gigantes.


Estos cuatro gigantes eran descendientes de los gigantes de Gat, y cayeron en manos de David y de sus hombres.


Los filisteos llegaron y se desplegaron por el valle de Refaín.


Subieron por el Negueb y llegaron a Hebrón, donde estaban Ajimán, Sesay y Tomay, hijos de Anac (Hebrón fue fundada siete años antes que Tanis de Egipto).


Pero el pueblo que la habita es potente, y las ciudades son fuertes y grandes; hemos visto incluso descendientes de Anac.


¿Dónde vamos a ir? Nuestros hermanos nos han desanimado al decirnos: Son más numerosos y más fuertes que nosotros; las ciudades son grandes, y sus murallas llegan hasta el cielo. Hemos visto entre ellos incluso descendientes de Anac.


Antiguamente vivían allí los emitas, pueblo grande, numeroso y de alta estatura, como los anaquitas.


Lo mismo que los anaquitas, eran tenidos por refaítas, pero los moabitas los llamaban emitas.


nación grande, numerosa y de alta estatura, como los anaquitas. El Señor los destruyó ante los amonitas, que los echaron y se establecieron en su lugar;


Og, rey de Basán, era el último sobreviviente de los refaítas: su cama era de hierro, y medía cuatro metros y medio de largo por dos de ancho, como puede verse todavía en Rabat de los amonitas)'.


Se trata de un pueblo numeroso, de estatura gigantesca, descendiente de los anaquitas, que tú ya conoces y de los cuales has oído decir: ¿Quién podrá mantenerse firme ante los hijos de Anac?


No quedaron anaquitas en la tierra de los israelitas, excepto en Gaza, en Gat y en Asdod.


Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac: Sesay, Ajiman y Talmay, descendientes de Anac.


El asta de su lanza era como el enjullo del tejedor, y su punta de hierro pesaba unos siete kilos. Marchaba delante de él su escudero.