Sadoc y Abiatar volvieron con el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí.
2 Samuel 15:30 - Biblia Martin Nieto David subía la pendiente de los olivos; subía llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos, y todo el pueblo que le acompañaba iba también con la cabeza cubierta y llorando. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David subió el camino que lleva al monte de los Olivos, llorando mientras caminaba. Llevaba la cabeza cubierta y los pies descalzos en señal de duelo. Las personas que iban con él también se cubrieron la cabeza y lloraban mientras subían el monte. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras David subía el cerro de los Olivos, iba llorando, con un velo en la cabeza y caminando descalzo. Todos los que estaban con él llevaban también la cabeza cubierta y subían llorando. La Biblia Textual 3a Edicion Y David subió la cuesta de los Olivos;° y la subió llorando, y tenía la cabeza cubierta e iba descalzo. Y todo el pueblo que estaba con él había cubierto cada uno su cabeza y lloraban mientras subían. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Subía David llorando la cuesta de los Olivos, cubierta la cabeza y descalzo; y toda la gente que le acompañaba subía también descalza, cubierta la cabeza y sollozando. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David subió la cuesta del monte de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos. También todo el pueblo que iba con él cubrió cada uno su cabeza y subieron, llorando mientras subían. |
Sadoc y Abiatar volvieron con el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí.
Por eso aquel día las tropas entraron furtivamente en la ciudad, como entra la gente avergonzada de haber huido en la batalla.
El rey se había cubierto el rostro y daba grandes gritos: '¡Hijo mío, Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!'.
Mardoqueo volvió luego a la puerta real, mientras Amán volvía a su casa triste y descompuesto.
mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿cuándo podré ir a ver el rostro del Señor?
¿Por qué te afliges, alma mía, por qué te quejas? Espera en Dios, que aún he de alabarlo, salud de mi rostro, Dios mío.
Suspira en silencio, no hagas luto; cíñete el turbante a tu cabeza, ponte en los pies las sandalias; no te cubras la barba, no comas el pan del duelo'.
Llevaréis vuestro turbante a la cabeza y las sandalias en los pies; no os lamentaréis ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras iniquidades y os lamentaréis unos con otros.
Pondrá su pie en el monte de los Olivos, que está delante de Jerusalén, al oriente. El monte de los Olivos se dividirá en su punto medio en dirección este- oeste, dejando en el medio un gran valle; una mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Al llegar cerca de Betfagé y de Betania, junto al monte de los Olivos, envió a dos discípulos diciéndoles:
Al acercarse a la bajada del monte de los Olivos, todos los que iban con él, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habían visto,
Por el día enseñaba en el templo y las noches salía a pasarlas en el monte de los Olivos.
Salió y fue, según su costumbre, al monte de los Olivos. Sus discípulos lo acompañaban.
Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte de los Olivos, que dista poco de Jerusalén, lo que se permitía andar en sábado.
Así, si un miembro sufre, con él sufren todos los miembros; si un miembro recibe una atención especial, todos los miembros se alegran.