Natán dijo a David: '¡Tú eres ese hombre! Esto dice el Señor, Dios de Israel: Yo te ungí por rey de Israel y te libré de las manos de Saúl;
2 Samuel 14:13 - Biblia Martin Nieto Entonces la mujer dijo: '¿Por qué piensas tú de este modo contra el pueblo de Dios? El rey se hace culpable por las palabras que acaba de pronunciar, si no hace que vuelva el que ha huido de él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces la mujer dijo: ¿Por qué, pues, has pensado tú cosa semejante contra el pueblo de Dios? Porque hablando el rey esta palabra, se hace culpable él mismo, por cuanto el rey no hace volver a su desterrado. Biblia Nueva Traducción Viviente Ella contestó: —¿Por qué no hace por el pueblo de Dios lo mismo que prometió hacer por mí? Se ha declarado culpable a sí mismo al tomar esta decisión, porque ha rehusado traer a casa a su propio hijo desterrado. Biblia Católica (Latinoamericana) Le dijo: 'Habla'. La mujer respondió: 'Al pronunciar ese juramento el rey se condenó solo; pues lesiona al pueblo de Dios cuando se niega a que regrese el que desterró. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo la mujer: ¿Por qué pues piensas tal cosa contra el pueblo de Dios? Pues al decir esta palabra el rey es como culpable, ya que el rey no permite regresar a su desterrado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces dijo la mujer: '¿Por qué maquinas así contra el pueblo de Dios? Por la misma palabra que acaba de pronunciar, el rey se hace culpable, por cuanto no permite que vuelva su desterrado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces la mujer dijo: ¿Por qué, pues, has pensado tú cosa semejante contra el pueblo de Dios? Porque al hablar el rey esta palabra se hace culpable él mismo, ya que el rey no hace volver a su fugitivo. |
Natán dijo a David: '¡Tú eres ese hombre! Esto dice el Señor, Dios de Israel: Yo te ungí por rey de Israel y te libré de las manos de Saúl;
La mujer añadió: 'Permite a tu sierva que diga todavía una palabra a mi señor, el rey'. El rey dijo: 'Habla'.
Di a mi siervo David: Esto dice el Señor todopoderoso: Yo te saqué del aprisco, de detrás de las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel.
Los jefes de todo el pueblo, todas las tribus de Israel, asistieron a la asamblea del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sabían manejar la espada.