Sus servidores le dijeron: '¿Qué es lo que haces? Cuando el niño vivía, ayunabas y llorabas, ¡y ahora que el niño ha muerto te levantas y comes!'.
2 Samuel 12:22 - Biblia Martin Nieto Él respondió: 'Cuando todavía vivía el niño, ayunaba y lloraba, porque me decía: ¡Quién sabe si el Señor tendrá piedad de mí y hará que el niño viva! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? Biblia Nueva Traducción Viviente —Ayuné y lloré —respondió David— mientras el niño vivía porque me dije: “Tal vez el Señor sea compasivo conmigo y permita que el niño viva”. Biblia Católica (Latinoamericana) Respondió: 'Mientras el niño estaba aún con vida, ayunaba y lloraba, pues me decía: ¿Quién sabe? A lo mejor Yavé tiene piedad de mí y sana al niño. La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: Mientras el niño estaba vivo, yo ayunaba y lloraba porque decía: ¿Quién sabe si YHVH se compadecerá de mí y el niño vivirá? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él respondió: 'Cuando aún vivía el niño, ayunaba y lloraba, porque me decía: quién sabe si Yahveh se compadecerá de mí y me lo dejará con vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Jehová tendrá compasión de mí, para que viva el niño? |
Sus servidores le dijeron: '¿Qué es lo que haces? Cuando el niño vivía, ayunabas y llorabas, ¡y ahora que el niño ha muerto te levantas y comes!'.
'¡Ay, Señor! Acuérdate de que me he conducido en tu servicio con fidelidad y de todo corazón, y he hecho lo que es justo a tus ojos'. Y Ezequías rompió a llorar amargamente.
'Vete a decir a Ezequías. Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas y te voy a curar. Dentro de tres días podrás subir al templo del Señor. Y te daré quince años más de vida.
Promulgad un ayuno, convocad una asamblea, reuníos, ancianos, y vosotros todos, habitantes del país, en la casa del Señor, Dios vuestro; aclamad al Señor:
¡Quién sabe si cambiará de idea y dejará tras de sí una bendición, ofrendas para el Señor, vuestro Dios!
Odiad el mal y amad el bien, restableced la justicia en los tribunales, y quizá el Señor Dios omnipotente se apiade del resto de José.
El capitán se acercó a él y le dijo: '¿Qué haces aquí durmiendo? Levántate e invoca a tu Dios; a lo mejor ese Dios se preocupa de nosotros y no pereceremos'.