Al séptimo día murió el niño. Los servidores de David tenían miedo de decírselo, pues pensaban: 'Si, cuando el niño vivía, le hablábamos y no quiso escucharnos, ¿cómo le diremos que el niño ha muerto? Hará un desatino'.
2 Samuel 12:19 - Biblia Martin Nieto David se dio cuenta de que sus servidores cuchicheaban entre sí y comprendió que el niño había muerto. David les preguntó: '¿Ha muerto el niño?'. Le respondieron: 'Sí, ha muerto'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando David vio que susurraban entre sí, se dio cuenta de lo que había pasado. —¿Murió el niño? —preguntó. —Sí —le contestaron—, ya murió. Biblia Católica (Latinoamericana) David se dio cuenta de que los servidores cuchicheaban entre sí; comprendió entonces que el niño había muerto y dijo a sus servidores: '¿Murió el niño?' Le respondieron: 'Sí, murió'. La Biblia Textual 3a Edicion Pero viendo David que sus siervos susurraban entre sí, David comprendió que el niño había muerto, y preguntó David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero David, al ver que sus servidores cuchicheaban entre sí, comprendió que el niño había muerto. Preguntó a sus servidores: '¿Ha muerto el niño?'. Ellos le respondieron: 'Ha muerto'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas David viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. |
Al séptimo día murió el niño. Los servidores de David tenían miedo de decírselo, pues pensaban: 'Si, cuando el niño vivía, le hablábamos y no quiso escucharnos, ¿cómo le diremos que el niño ha muerto? Hará un desatino'.
Entonces David se levantó del suelo, se bañó, se perfumó, cambió sus ropas, entró en el templo y adoró al Señor. Volvió a su casa, pidió que le sirviesen de comer y comió.
Entretanto cesó la indignación del rey contra Absalón, porque ya se había consolado de la muerte de Amnón.
Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos, para que no os aflijáis como los que no tienen esperanza.