Decía en ella: 'Poned a Urías en el punto en que más recia sea la batalla; y después dejadle solo para que sea herido y muera'.
2 Samuel 11:16 - Biblia Martin Nieto Joab, que estaba asediando la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así fue que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Joab asignó a Urías a un lugar cerca de la muralla de la ciudad donde sabía que peleaban los hombres más fuertes del enemigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Joab, que estaba sitiando la ciudad, colocó a Urías en el lugar donde estaban los mejores defensores. La Biblia Textual 3a Edicion Así fue que cuando Joab asediaba la ciudad, asignó a Urías el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, pues, Joab, que sitiaba la ciudad, puso a Urías en el lugar en que sabía que estaban los guerreros más valientes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. |
Decía en ella: 'Poned a Urías en el punto en que más recia sea la batalla; y después dejadle solo para que sea herido y muera'.
Los hombres de la ciudad hicieron una salida para atacar a Joab; cayeron muchos del ejército y de los servidores de David y murió también Urías, el hitita.
¿Quién mató a Abimélec, hijo de Yerubaal? ¿No fue una mujer, que tiró sobre él desde lo alto de los muros una rueda de molino, y murió en Tebes? ¿Por qué os habéis acercado tanto a las murallas?, tú le dirás: También murió tu siervo Urías, el hitita'.
Cuando Abner volvió a Hebrón, Joab le llevó aparte, al lado de la puerta, como para hablar pacíficamente con él, y allí le hirió mortalmente en el vientre, por la sangre de Asael, su hermano.
Ya sabes lo que me ha hecho Joab, hijo de Sarvia; lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel, Abner, hijo de Ner, y Amasá, hijo de Yéter, que los asesinó, vengando en plena paz la sangre derramada en tiempo de guerra y salpicando de sangre inocente el cinturón que ciño y el calzado que llevo.
Entonces les escribió una segunda carta, diciendo: 'Si estáis conmigo y me obedecéis, tomad las cabezas de los hijos de vuestro señor y mañana, a estas horas, venid a mí a Yezrael'. Los setenta hijos del rey estaban con los grandes de la ciudad que los educaban.
Cuando el gobernante hace caso de las mentiras, corrompe a todos sus servidores.
Efraín está oprimido, el derecho violado, porque se complace en correr tras la nada.
Pedro y los apóstoles respondieron: 'Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.