'Guardaos de tocar a mis ungidos, no hagáis mal alguno a mis profetas'.
2 Samuel 1:14 - Biblia Martin Nieto Y David le preguntó: '¿Cómo te has atrevido a extender tu mano para matar al ungido del Señor?'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido de Jehová? Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Y cómo no tuviste temor de matar al ungido del Señor? —le preguntó David. Biblia Católica (Latinoamericana) David le dijo: '¿Cómo te atreviste a matar al ungido de Yavé?' La Biblia Textual 3a Edicion Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido de YHVH? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y David le intimó: '¿Cómo no has sentido temor de levantar tu mano para matar al ungido de Yahveh?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido de Jehová? |
'Guardaos de tocar a mis ungidos, no hagáis mal alguno a mis profetas'.
El aire de nuestro aliento, el ungido del Señor, quedó preso en sus fosas; aquel que decíamos: '¡A su sombra viviremos en medio de las gentes!'.
Yo le hablo cara a cara y a las claras, no en enigmas, y él contempla la figura del Señor. ¿Por qué os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?'.
especialmente los que siguen los deseos impuros de la carne y desprecian la autoridad del Señor. Atrevidos y arrogantes, no tienen miedo en blasfemar contra los seres gloriosos,
Entonces Samuel tomó la redoma del aceite, la derramó sobre su cabeza, le besó y dijo: '¿No es el Señor quien te ha ungido como jefe de su pueblo, Israel? Tú regirás al pueblo del Señor y lo librarás de los enemigos que le rodean. Ésta es la señal de que el Señor te ha ungido como jefe de su heredad:
Aquí me tenéis; acusadme ante el Señor y ante su ungido si he quitado a alguien un buey o he robado a alguien un asno, si he oprimido o perjudicado a alguien o me he dejado sobornar. Acusadme, y yo os responderé'.
Hoy mismo has visto con tus propios ojos cómo el Señor te puso en mis manos en la cueva, y no he querido matarte. Te he perdonado, diciéndome: No pondré mi mano sobre mi señor, porque es el ungido del Señor.
Después le remordía la conciencia por haber cortado la orla del manto de Saúl.
Y dijo a sus hombres: 'El Señor me libre de hacer tal cosa a mi señor, el ungido del Señor, de poner mi mano sobre él, porque él es el ungido del Señor'.
Pero que el Señor aleje de mí el pensamiento de poner mi mano en el ungido del Señor. Anda; coge su lanza y el jarro de agua, y vámonos'.
David le contestó: '¡No lo mates! Porque ¿quién puso su mano sobre el ungido del Señor y quedó sin castigo?'.
Entonces Saúl dijo a su escudero: 'Desenvaina tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan esos incircuncisos y se burlen de mí'. Pero su escudero no quiso, pues tenía mucho miedo. Entonces Saúl agarró su espada y se echó sobre ella.