2 Reyes 7:9 - Biblia Martin Nieto Pero luego se dijeron el uno al otro: 'No debemos obrar así. Hoy es día de júbilo, y nosotros nos estamos callados. Si esperamos hasta el despuntar el día, incurriremos en un castigo. Vayamos a dar la noticia al palacio real'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Finalmente se dijeron entre ellos: «Esto no está bien. Hoy es un día de buenas noticias, ¡y nosotros no lo hemos dicho a nadie! Si esperamos hasta la mañana, seguro que nos ocurre alguna calamidad. ¡Vamos, regresemos al palacio y contémosle a la gente!». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se dijeron unos a otros: ' Lo que hacemos no está bien, porque hoy es un día de buena noticia y no decimos nada. Si esperamos hasta que salga el sol, no nos irá bien. Vayamos pues a llevar la noticia al palacio del rey'. La Biblia Textual 3a Edicion Después se dijeron el uno al otro: No es bueno lo que hacemos; este día es día de albricias, pero nosotros callamos, y si nos quedamos hasta la mañana, nuestra iniquidad nos alcanzará. Vayamos pues, entremos, e informemos en la casa del rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero se dijeron: 'No está bien lo que estamos haciendo. Hoy es día de albricias. Si nos estamos callados y esperamos hasta el amanecer, incurriremos en culpa. Vayamos, pues, ahora mismo a anunciarlo al palacio real'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se dijeron el uno al otro: No hacemos bien; hoy es día de buenas nuevas, y nosotros callamos; y si esperamos hasta la luz de la mañana, nos alcanzará la maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos las nuevas en casa del rey. |
Fueron y gritaron a los centinelas de la puerta de la ciudad y les comunicaron la noticia de esta manera: 'Hemos entrado en el campamento de los sirios y allí no hay nadie, ni se oye nada. No se ven más que caballos atados, asnos atados y tiendas intactas'.
Cuatro leprosos estaban en la puerta de la ciudad, y se dijeron mutuamente: '¿Qué hacemos aquí esperando la muerte?
El Señor había hecho oír en el campamento de Siria un estrépito de carros de combate y de caballos, estrépito como de un poderoso ejército, y se habían dicho unos a otros: 'El rey de Israel ha contratado a los reyes hititas y a los reyes de Egipto para atacarnos'.
Los leprosos llegaron hasta el extremo del campamento, entraron en una tienda, comieron y bebieron y se llevaron plata, oro y vestidos, que fueron a esconder. Volvieron de nuevo, entraron en otra tienda, la desvalijaron y fueron a esconder el botín.
porque siete veces cae el justo, mas se levanta, pero los criminales se hundirán en la ruina.
Yo fui el primero que lo anuncié en Sión y envié a Jerusalén un mensaje de albricias.
¡Oh, qué bellos son por los montes los pies del mensajero de albricias, que anuncia la paz, que trae la dicha, que anuncia la salvación y dice a Sión: ¡Tu Dios reina!
Pero si no obráis así, pecaréis contra el Señor, y sabed que vuestro pecado pesará sobre vosotros.
El ángel les dijo: 'No tengáis miedo, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo.
preocupándoos no sólo de vuestras cosas, sino también de las cosas de los demás.