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2 Reyes 4:8 - Biblia Martin Nieto

Un día Eliseo pasaba por Sunán. Vivía allí una mujer distinguida, que le invitó con insistencia a comer. Y en adelante, siempre que pasaba, se paraba allí a comer.

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Biblia Reina Valera 1960

Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cierto día, Eliseo fue a la ciudad de Sunem y una mujer rica que vivía allí le insistió que fuera a comer a su casa. Después, cada vez que él pasaba por allí, se detenía en esa casa para comer algo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Un día pasaba Eliseo por Sunam. Había allí una mujer rica que lo invitó para que se quedara a comer, y desde ese día, cada vez que pasaba por allí, se detenía en su casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Aconteció también un día, que pasaba Eliseo por Sunem, y había allí una mujer distinguida, la cual lo invitó con insistencia para que comiera; y así fue que siempre que pasaba por allí, él entraba a comer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cierto día pasaba Eliseo por Sunén. Había allí una mujer principal, que con insistencia lo invitó a comer. Y en adelante, siempre que pasaba, se detenía allí a comer.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una gran mujer, la cual le constriñó a que comiese del pan; y cuando por allí pasaba, se venía a su casa a comer del pan.

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2 Reyes 4:8
16 Tagairtí Cros  

Pero él insistió tanto que se fueron con él y se hospedaron en su casa. Les preparó comida, coció panes sin levadura y comieron.


Barzilay, el galaadita, fue también a Roguelín y continuó con el rey para guiarle hasta el Jordán.


Buscaron una joven hermosa por todo el territorio de Israel, y encontraron a Abisag, la sunamita. Y la llevaron al rey.


El niño creció, y un día, que fue adonde estaba su padre con los segadores,


su hacienda era de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas, además de una servidumbre numerosa. Era, pues, el más grande de todos los orientales.


No los cargados de años son por ello sabios, ni por ancianos comprenden lo que es justo.


Ella le persuade a fuerza de halagos, con la seducción de sus labios le arrastra.


Asimismo el de los dos ganó otros dos.


porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licores y estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre.


El amo le dijo: Sal por los caminos y cercados, y obliga a la gente a entrar para que se llene la casa.


pero ellos le insistieron, diciendo: 'Quédate con nosotros, porque es tarde y ya ha declinado el día'. Y entró para quedarse con ellos.


Después de haber sido bautizada con toda su familia, nos suplicó: 'Si consideráis que soy fiel al Señor, venid y quedaos en mi casa'. Y nos obligó a ello.


Su heredad comprendía: Yezrael, Quesulot, Sunem,


El anciano le dijo: 'La paz esté contigo; yo te daré todo lo que te haga falta, pero no pases la noche en la plaza'.


Los filisteos se reunieron y fueron a acampar en Sunán. Saúl reunió también a todo Israel y acamparon en Gelboé.