Y fue al manantial del agua, y echó allí la sal, diciendo: 'Esto dice el Señor: Yo saneo estas aguas; no se originará de ellas en adelante muerte ni esterilidad'.
2 Reyes 4:41 - Biblia Martin Nieto Él ordenó: 'Traedme harina'. La echó en la olla, y añadió: 'Sírveles ahora'. Y en la olla no se encontró ya nada malo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Él entonces dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla, y dijo: Da de comer a la gente. Y no hubo más mal en la olla. Biblia Nueva Traducción Viviente Eliseo les dijo: «Tráiganme un poco de harina». Entonces la arrojó en la olla y dijo: «Ahora está bien, sigan comiendo». Y ya no les hizo daño. Biblia Católica (Latinoamericana) El les dijo: 'Tráiganme harina'. La echó en la olla y añadió: 'Sírvan sopa a los hombres y que coman'. Y ya no había nada venenoso en la olla. La Biblia Textual 3a Edicion Pero él dijo: Traedme harina. Y la echó en la olla y dijo: Sirve a la gente para que coma. Y no hubo nada malo en la olla. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él dijo entonces: 'Traedme harina'. Y la echó en la olla. Luego dijo: 'Servid a la gente y que coman'. Y no hubo ya nada malo en la olla. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él entonces dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla, y dijo: Da de comer a la gente. Y no hubo más mal en la olla. |
Y fue al manantial del agua, y echó allí la sal, diciendo: 'Esto dice el Señor: Yo saneo estas aguas; no se originará de ellas en adelante muerte ni esterilidad'.
Pero Eliseo le mandó a decir: 'Anda, báñate siete veces en el Jordán, y tu cuerpo quedará limpio'.
El hombre de Dios preguntó: '¿Dónde ha caído?'. El otro le indicó el sitio; él cortó un palo, lo echó allí, y el hacha salió a flote.
Moisés clamó al Señor. Él le señaló un madero; Moisés lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Allí el Señor dio al pueblo leyes y estatutos y lo sometió a prueba.
Dicho esto, escupió en tierra e hizo lodo con la saliva, le untó con ello los ojos y le dijo:
Mas él se sacudió la víbora, la echó al fuego y no sufrió daño alguno.
Pues la locura de Dios es más sabia que los hombres; y la debilidad de Dios, más fuerte que los hombres.