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2 Reyes 4:36 - Biblia Martin Nieto

El profeta llamó a Guejazí, y le dijo: 'Llama a la sunamita'. La llamó y, cuando entró, Eliseo dijo: 'Toma a tu hijo'.

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Taispeáin Interlinear Bible

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Eliseo llamó a Giezi y le dijo: «¡Llama a la madre del niño!». Cuando ella entró, Eliseo le dijo: «¡Aquí tienes, toma a tu hijo!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Eliseo llamó a Guejazí y le dijo: 'Di a la sunamita que venga'. La llamó, ella subió y le dijo: 'Toma a tu hijo'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces llamó a Giezi y dijo: Llama a esta sunamita. La llamó pues, y cuando ella llegó, él le dijo: ¡Alza a tu hijo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llamó entonces a Guejazí y le dijo: 'Llama a la sunamita'. La llamó y ella se presentó a él. Él le dijo: 'Toma a tu hijo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo.

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2 Reyes 4:36
8 Tagairtí Cros  

Buscaron una joven hermosa por todo el territorio de Israel, y encontraron a Abisag, la sunamita. Y la llevaron al rey.


Elías tomó al niño, lo bajó del aposento superior de la casa y lo entregó a su madre, diciendo: '¡Mira, tu hijo está vivo!'.


Eliseo se apartó y se puso a pasear por la casa de acá para allá. Luego subió y se tendió sobre él. Entonces el niño estornudó hasta siete veces y abrió los ojos.


Ella cayó a sus pies, y se postró en tierra. Tomó a su hijo y salió.


Eliseo le dijo: 'Agárrala', y el otro alargó la mano y la recogió.


Eliseo dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: 'Levántate y vete con tu familia a fijar tu residencia dondequiera que sea, porque el Señor ha llamado al hambre, que penetrará en el país durante siete años'.


El muerto se sentó y comenzó a hablar; y él se lo entregó a su madre.


Hubo mujeres que recuperaron sus muertos resucitados. Unos se dejaron torturar, no aceptando la liberación, para obtener una resurrección mejor.