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2 Reyes 25:3 - Biblia Martin Nieto

Al cuarto mes, el día noveno del mes, la carestía era tan recia en la ciudad que no había pan para el pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

A los nueve días del cuarto mes prevaleció el hambre en la ciudad, hasta que no hubo pan para el pueblo de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Hacia el 18 de julio del año once del reinado de Sedequías, el hambre en la ciudad ya era muy intensa y se había agotado por completo lo último que quedaba de alimento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El nueve del cuarto mes, era tal el hambre en la ciudad que ya no había más pan para la población.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y a los nueve días del mes cuarto, el hambre prevaleció en la ciudad, y no hubo pan para el pueblo de la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El día nueve del mes cuarto arreció tanto el hambre en la ciudad que no había pan para la gente del pueblo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

A los nueve días del cuarto mes prevaleció el hambre en la ciudad, hasta que no hubo pan para el pueblo de la tierra.

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2 Reyes 25:3
18 Tagairtí Cros  

La ciudad estuvo sitiada hasta el año undécimo del rey Sedecías.


Después de estos sucesos Ben Hadad, rey de Siria, reunió todo su ejército y fue a sitiar Samaría.


El asedio fue tan largo que se originó un hambre muy grande, hasta el punto de que una cabeza de asno llegó a costar ochenta monedas de plata, y un cuarto de puerros, cinco monedas de plata.


Sí, el Señor Dios todopoderoso quitará a Jerusalén y a Judá todo apoyo y sostén, todo sostén de pan, todo sostén de agua:


Le haré comer la carne de sus hijos y la de sus hijas, y se devorarán mutuamente en la extrema angustia del asedio y en medio de los apuros con que les estrujarán sus enemigos, los que buscan su muerte.


Entonces el rey Sedecías dio orden de que Jeremías fuese llevado al patio de la guardia y que se le diera diariamente un pan procedente de la calle de los panaderos mientras hubiese pan en la ciudad. Así Jeremías quedó en el patio de la guardia.


'Esto dice el Señor: El que se quede en la ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; pero el que se entregue a los caldeos vivirá. Su propia vida será su botín; sí, vivirá.


El año undécimo de Sedecías, el día nueve del cuarto mes, fue abierta una brecha en la ciudad.


El día nueve del mes cuarto, debido al hambre que se apoderaba de la ciudad y a la falta de víveres para la población,


Esto dice el Señor Dios: 'Cuando yo mande contra Jerusalén estos cuatro azotes: espada, hambre, animales feroces y peste para exterminar de ella hombres y animales,


Los padres devorarán a sus hijos en medio de ti, y los hijos devorarán a sus padres. Ejecutaré contra ti la sentencia y esparciré a todos los vientos lo que aún quede de ti.


Un tercio de tus habitantes morirá de peste y se consumirá de hambre en medio de ti, otro tercio caerá a cuchillo en tus alrededores y el otro lo esparciré yo a todos los vientos, desenvainando detrás de ellos la espada.


Está fuera la espada; la peste y el hambre dentro; el que se encuentre en el campo caerá de hambre y peste.


Cuando yo retire el sustento de pan, diez mujeres bastarán para cocer el pan en un solo horno y os lo darán tasado, de manera que comeréis y no quedaréis satisfechos.


Esto dice el Señor todopoderoso: 'El ayuno del cuarto, quinto, séptimo y décimo mes se convertirá para la casa de Judá en júbilo y alegría y en alegres fiestas; pero amad la lealtad y la paz'.