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2 Reyes 2:21 - Biblia Martin Nieto

Y fue al manantial del agua, y echó allí la sal, diciendo: 'Esto dice el Señor: Yo saneo estas aguas; no se originará de ellas en adelante muerte ni esterilidad'.

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Biblia Reina Valera 1960

Y saliendo él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

y Eliseo fue hasta el manantial que suministraba el agua a la ciudad, le echó la sal y dijo: «Esto dice el Señor: “Yo he purificado el agua, ya no causará muerte ni esterilidad”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Se dirigió a la fuente y echó la sal en el agua, luego dijo: 'Esto dice Yavé: He sanado esta agua, de ella ya no saldrá más ni muerte ni esterilidad'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y salió al manantial, y echando allí la sal, dijo: Así dice YHVH: Yo he saneado estas aguas, no habrá por ellas más muerte ni esterilidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se dirigió él luego hacia el manantial de las aguas y arrojó en él la sal, al tiempo que decía: 'Así habla Yahveh: voy a sanear estas aguas, para que nunca más salga de ellas muerte ni esterilidad'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y saliendo él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así dice Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni esterilidad.

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2 Reyes 2:21
14 Tagairtí Cros  

Él contestó: 'Traedme una escudilla nueva y poned en ella sal'. Y se la trajeron.


Y el agua quedó saneada hasta el presente, tal como Eliseo había dicho.


Él ordenó: 'Traedme harina'. La echó en la olla, y añadió: 'Sírveles ahora'. Y en la olla no se encontró ya nada malo.


El hombre de Dios preguntó: '¿Dónde ha caído?'. El otro le indicó el sitio; él cortó un palo, lo echó allí, y el hacha salió a flote.


Echarás sal en todas las oblaciones que ofrezcas; no dejarás nunca de echar en la ofrenda la sal de la alianza con tu Dios; todas tus ofrendas llevarán sal.


Dichosos seréis cuando os injurien, os persigan y digan contra vosotros toda suerte de calumnias por causa mía.


La sal es buena; pero si se hace insípida, ¿con qué la salaréis? Tened sal en vosotros y vivid en paz los unos con los otros'.


Dicho esto, escupió en tierra e hizo lodo con la saliva, le untó con ello los ojos y le dijo:


Enjugará las lágrimas de sus ojos