2 Corintios 2:3 - Biblia Martin Nieto Por eso os escribí, para que cuando llegue no me causéis tristeza los que debéis alegrarme. Estoy, además, convencido de que mi alegría es también la vuestra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y esto mismo os escribí, para que cuando llegue no tenga tristeza de parte de aquellos de quienes me debiera gozar; confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso les escribí como lo hice, para que, cuando llegue, no me causen tristeza los mismos que deberían darme la más grande alegría. Seguramente, todos ustedes saben que mi alegría proviene de que estén alegres. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso les escribí: 'Ojalá que cuando vaya no tenga que entristecerme a causa de los mismos que deberían ser mi alegría. Confío y estoy seguro de que todos podrán compartir mi alegría. La Biblia Textual 3a Edicion Y os escribí esto mismo para que, al llegar, no tenga tristeza de parte de los que deben alegrarme; estando confiado en todos vosotros de que mi gozo es el de todos vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y esto es precisamente lo que os decía en mi carta: que al llegar ahí no debería yo recibir disgustos de aquellos que me deberían proporcionar alegría; y que confío en todos vosotros en que mi alegría es la de todos vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y esto mismo os escribí, para que cuando yo venga no tenga tristeza de aquellos de quienes me debiera alegrar; confiando en todos vosotros de que mi gozo es el gozo de todos vosotros. |
Convencido de esto, quise empezar mi viaje por vosotros para haceros una doble visita:
Pongo a Dios por testigo, y que me muera si miento, de que no he vuelto a Corinto por consideración a vosotros;
He hecho el tonto, pero vosotros me obligasteis. Pues debíais alabarme, ya que en nada les fui en zaga a los más eximios apóstoles, aunque nada soy.
y que, cuando llegue, me humille mi Dios por causa vuestra y tenga que llorar por muchos que antes pecaron y no se han arrepentido de la impureza, de la lujuria y el desenfreno a que se entregaron.
Por eso escribo esto ahora que estoy ausente, para que cuando esté presente no tenga que proceder con severidad, en virtud del poder que el Señor me ha dado para edificar y no para destruir.
Con este fin os escribí: para conocer y probar si sois obedientes en todo.
Así pues, si os escribí no fue por el que causó la ofensa ni por el ofendido, sino para que manifestaseis vuestro interés por nosotros delante de Dios.
Pero Dios, que consuela a los afligidos, nos consoló con la llegada de Tito.
Pues aunque os entristecí con la carta, no me arrepiento. Y si antes me pesó, viendo que aquella carta os entristeció, aunque por breve tiempo,
Os envío con ellos a uno de nuestros hermanos, cuya entrega he podido comprobar muchas veces y en diversas ocasiones, y mucho más ahora, por la gran confianza que tiene en vosotros.
Yo confío en que, gracias al Señor, no penséis de otro modo; pero el que os perturba, sea quien sea, recibirá el castigo que merece.
En cuanto a vosotros, tenemos plena confianza en el Señor en que cumplís y seguiréis cumpliendo cuanto os tenemos ordenado.
Te he escrito confiado en que me atenderás, sabiendo que tú harás más de lo que te pido.