Sadoc, el sacerdote; Natán, el profeta; Benayas, el hijo de Yehoyadá; los quereteos y los peleteos montaron a Salomón sobre la mula del rey David y lo llevaron a Guijón.
1 Samuel 30:14 - Biblia Martin Nieto Hemos hecho una incursión en el sur de los quereteos, de Judá y de Caleb. A Sicelag le prendimos fuego'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 pues hicimos una incursión a la parte del Neguev que es de los cereteos, y de Judá, y al Neguev de Caleb; y pusimos fuego a Siclag. Biblia Nueva Traducción Viviente Regresábamos de asaltar a los cereteos en el Neguev, el territorio de Judá y la tierra de Caleb, y acabábamos de incendiar Siclag. Biblia Católica (Latinoamericana) Nosotros habíamos hecho una incursión por el Negueb de los quereteos, por el Negueb de Judá y por el Negueb de Caleb; además incendiamos Siclag. La Biblia Textual 3a Edicion Nosotros hicimos una incursión al sur de los cereteos, y sobre lo que pertenece a Judá, y por el sur de Caleb, y prendimos fuego a Siclag. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Habíamos hecho una incursión por el Negueb de los quereteos, por el de Judá y por el de Caleb, y prendimos fuego a Sicelag'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hicimos una incursión en la parte del sur de los cereteos, y en Judá, y en el sur de Caleb; y pusimos fuego a Siclag. |
Sadoc, el sacerdote; Natán, el profeta; Benayas, el hijo de Yehoyadá; los quereteos y los peleteos montaron a Salomón sobre la mula del rey David y lo llevaron a Guijón.
El rey ha enviado con él a Sadoc, el sacerdote; a Natán, el profeta; a Benayas, hijo de Yehoyadá; a los quereteos y a los peleteos, y le han montado sobre la mula del rey;
Benayas, hijo de Yehoyadá, era jefe de los quereteos y peleteos. Los hijos de David eran los primeros al lado del rey.
esto dice el Señor Dios: Yo extiendo mi mano contra los filisteos y exterminaré a los quereteos; haré perecer también al resto de los habitantes de la costa.
¡Ay de vosotros, que habitáis el litoral, nación de los quereteos! La palabra del Señor es contra vosotros, Canaán, tierra de filisteos: Yo te dejaré sin un solo habitante,
A Caleb, hijo de Jefoné, se le dio una parte en medio de los hijos de Judá, tal como el Señor había ordenado a Josué: Quiriat Arbá, metrópoli de los anaquitas, es decir, Hebrón.
pero los términos de esta ciudad, con sus aldeas, se los dieron en propiedad a Caleb, hijo de Jefoné.
Este hombre se llamaba Nabal, y su mujer, Abigaíl. La mujer era muy sensata y muy hermosa; el hombre, por el contrario, era duro y malo; era calebita.
Cuando David y sus hombres llegaron al tercer día a Sicelag, los amalecitas habían hecho una incursión contra el Negueb y contra Sicelag. Habían devastado Sicelag y le habían prendido fuego.
David le preguntó: '¿A quién perteneces y de dónde eres?'. Él respondió: 'Soy un joven egipcio, esclavo de un amalecita. Mi señor me abandonó hace tres días porque me puse enfermo.
David le preguntó: '¿Quieres guiarme hacia esa banda?'. Él respondió: 'Júrame por Dios que no me matarás y que no me entregarás en manos de mi señor, y yo te guiaré hacia esa banda'.
Él los guió; estaban diseminados por toda la región, comiendo, bebiendo y bailando por el botín tan grande que habían cogido en el país de los filisteos y en el país de Judá.