1 Samuel 24:8 - Biblia Martin Nieto David refrenó a sus hombres y no les permitió lanzarse sobre Saúl. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces detrás de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia. Biblia Nueva Traducción Viviente David salió y le gritó: —¡Mi señor el rey! Cuando Saúl miró hacia atrás, David se inclinó hasta el suelo delante de él. Biblia Católica (Latinoamericana) Y mediante esas palabras David impidió que sus hombres se lanzaran contra Saúl. David se paró y fue a cortar suavemente un trozo del manto de Saúl, La Biblia Textual 3a Edicion Enseguida se levantó también David, y saliendo de la cueva dio voces tras Saúl, diciendo: ¡Oh rey señor mío! Y mirando Saúl tras de sí, David inclinó su rostro a tierra y se postró. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y con estas palabras contuvo a sus hombres y no les permitió que se arrojaran sobre Saúl. Saúl se levantó, salió de la cueva y siguió su camino. Biblia Reina Valera Gómez (2023) También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces a las espaldas de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y como Saúl miró atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia. |
Betsabé se inclinó rostro en tierra y dijo: '¡Viva mi señor, el rey David, por siempre!'.
Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te da.
Pagad a cada uno lo que le corresponda: contribuciones, impuestos, respeto, honores, lo que haya que darle.
Respetad a todos amad a los hermanos reverenciad a Dios, honrad al rey.
El muchacho se marchó, y entonces David salió de junto al montón de piedras y se postró en tierra por tres veces. Después ambos se abrazaron y lloraron juntos largo tiempo.
Y dijo a sus hombres: 'El Señor me libre de hacer tal cosa a mi señor, el ungido del Señor, de poner mi mano sobre él, porque él es el ungido del Señor'.
David se levantó y salió de la cueva tras él, gritando: '¡Oh rey, mi señor!'. Saúl miró para atrás, y David se inclinó en tierra y se prosternó.
Entonces Saúl reconoció la voz de David, y dijo: '¿Es ésta tu voz, hijo mío, David?'. David respondió: 'Sí, mi señor el rey'.
Saúl le preguntó: '¿Qué aspecto tiene?'. Ella respondió: 'Es un anciano que sube envuelto en un manto'. Saúl comprendió que era Samuel, inclinándose rostro en tierra se prosternó.