en cambio, los gobernadores que me habían precedido habían gravado al pueblo, percibiendo de él, en concepto de pan y vino, cuarenta monedas de plata cada día; y sus criados también oprimían al pueblo; pero yo no obré así, porque temía a Dios.
1 Samuel 2:16 - Biblia Martin Nieto Y si alguno le decía: 'Primero deben quemarse las grasas; después toma lo que quieras', respondía: 'No, dámelo ahora; si no, lo tomaré por la fuerza'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y si el hombre le respondía: Quemen la grosura primero, y después toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza. Biblia Nueva Traducción Viviente Si el hombre que ofrecía el sacrificio respondía: «Toma toda la que quieras, pero solo después de quemarse la grasa», el sirviente insistía: «No, dámela ahora o la tomaré por la fuerza». Biblia Católica (Latinoamericana) Y si alguien le respondía: 'Espera primero a que se queme la carne, luego toma lo que quieras', le replicaba: '¡No, tienes que dármelo en seguida, si no lo tomaré a la fuerza!' La Biblia Textual 3a Edicion Y si el hombre le respondía: Quémese primero la grosura, y después toma lo que desee tu alma; le decía: No, sino que me la darás ahora mismo; pues si no, la tomaré por la fuerza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y si el hombre le decía: 'Hay que quemar primero la grasa, después tomarás lo que te plazca', le respondía el criado: 'No; me lo darás ahora mismo, si no, lo tomaré por la fuerza'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si le respondía el varón: Quemen la grosura primero, y después toma todo lo que tu alma desee; entonces él le respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza. |
en cambio, los gobernadores que me habían precedido habían gravado al pueblo, percibiendo de él, en concepto de pan y vino, cuarenta monedas de plata cada día; y sus criados también oprimían al pueblo; pero yo no obré así, porque temía a Dios.
El sacerdote lo quemará sobre el altar. Es un alimento quemado, un perfume agradable. Las grasas pertenecen en su totalidad al Señor.
Esto dice el Señor sobre los profetas que engañan a mi pueblo; cuando tienen algo que masticar entre sus dientes, entonces gritan: '¡Paz!', pero a quien no les pone nada en la boca le declaran la guerra.
Los de Dan le contestaron: 'No alces la voz, no sea que perdamos la paciencia y nos lancemos sobre vosotros con riesgo de tu vida y la de tu familia'.
Más aún: antes de que se quemase la grasa, llegaba el criado del sacerdote y decía al que iba a ofrecer el sacrificio: 'Dame la carne para asársela al sacerdote; porque no te aceptará carne cocida, sino cruda'.
El pecado de los jóvenes era muy grande ante el Señor, porque trataban con desprecio las ofrendas hechas al Señor.