Jacob dijo a su familia y a todos los que estaban con él: 'Tirad los dioses extranjeros que hay en medio de vosotros, purificaos y cambiad vuestros vestidos.
1 Samuel 16:5 - Biblia Martin Nieto Él respondió: 'La paz. He venido a ofrecer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio'. Y él purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Él respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio. Biblia Nueva Traducción Viviente —Sí —contestó Samuel—, vine para ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio. Luego Samuel realizó el rito de purificación para Isaí y sus hijos y también los invitó al sacrificio. Biblia Católica (Latinoamericana) Sí, respondió, en son de paz. He venido a ofrecer un sacrificio a Yavé. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio'. Fue a purificar a Jesé y a invitarlo al sacrificio junto con sus hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: ¡Paz! He venido para ofrecer sacrificio a YHVH. Purificaos vosotros y venid conmigo al sacrificio. Después purificó a Isaí con sus hijos y los invitó al sacrificio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él respondió: '¡De paz! He venido a ofrecer un sacrificio a Yahveh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio'. Purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio. |
Jacob dijo a su familia y a todos los que estaban con él: 'Tirad los dioses extranjeros que hay en medio de vosotros, purificaos y cambiad vuestros vestidos.
Adonías, hijo de Jaguit, se presentó a Betsabé, madre de Salomón, y ella le preguntó: '¿Vienes en son de paz?'. Él replicó: 'En son de paz'.
David les salió al encuentro y les dijo: 'Si venís con buenas intenciones, para prestarme ayuda, mi corazón estará con el vuestro; pero si es para traicionarme en provecho de mis enemigos, siendo yo inocente, que lo vea el Dios de nuestros padres y haga justicia'.
Al terminar los días del convite, Job les mandaba llamar para purificarlos; al día siguiente, se levantaba de madrugada y ofrecía un holocausto por cada uno de ellos. Porque pensaba: 'Acaso hayan pecado mis hijos y hayan maldecido a Dios en su corazón'. Así procedía Job cada vez.
El Señor dijo a Moisés: 'Vete donde el pueblo y santifícalo hoy y mañana; que laven sus vestidos y
reunid al pueblo, congregad a la comunidad, juntad a los ancianos, traed también a los pequeños y a los niños de pecho! Deje el esposo su alcoba y la esposa su tálamo.
Silencio ante el Señor Dios, porque su día está cercano; porque el Señor ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados.
El pueblo se dispersaba para recogerlo, lo molían en molinos o lo machacaban en el almirez, lo cocían en una caldera y hacían tortas, que tenían el sabor de la pasta amasada con aceite.
Por tanto, examine cada uno su propia conciencia, y entonces coma del pan y beba del cáliz.
Josué dijo al pueblo: 'Purificaos, porque mañana el Señor hará prodigios ante vosotros'.
Levántate, convoca al pueblo y diles: Purificaos para mañana, porque esto dice el Señor, Dios de Israel: Tú, Israel, has tomado algo de lo consagrado al exterminio, y mientras no lo destruyas, no podrás resistir a tus enemigos.
Saúl no dijo nada aquel día, porque pensaba: 'Tal vez no estará puro, no se habrá purificado'.