Tuya es, Señor, la grandeza, el poder, el honor, la majestad y la gloria, pues todo cuanto hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo, Señor, es el reino, porque te alzas soberanamente sobre todo.
1 Samuel 15:29 - Biblia Martin Nieto Y aquel que es la gloria de Israel no miente ni se arrepiente, porque él no es un hombre para arrepentirse'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta. Biblia Nueva Traducción Viviente Y aquel que es la Gloria de Israel, no mentirá ni cambiará de parecer porque no es humano para que cambie de parecer. Biblia Católica (Latinoamericana) El que es la Gloria de Israel no puede mentir ni arrepentirse'. La Biblia Textual 3a Edicion Además, la Gloria de Israel no miente ni se arrepiente, porque no es hombre para que se arrepienta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y el que es el esplendor de Israel no miente ni se arrepiente, porque él no es un hombre para arrepentirse'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y también el Poderoso de Israel no mentirá, ni se arrepentirá: porque Él no es hombre para que se arrepienta. |
Tuya es, Señor, la grandeza, el poder, el honor, la majestad y la gloria, pues todo cuanto hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo, Señor, es el reino, porque te alzas soberanamente sobre todo.
El Señor da a su pueblo fortaleza, el Señor bendice a su pueblo con la paz.
'Reconoced el poderío de Dios, su majestad sobre Israel, su potencia en las nubes'.
diciendo: ¡Sólo en el Señor está la salvación! A él vendrán avergonzados todos los que se enfurecían contra él.
Yo, el Señor, lo digo y lo hago; así sucederá; no me retraeré, no tendré piedad ni compasión. Te juzgaré según mi conducta y tus obras', declara el Señor Dios.
No es Dios un hombre para que mienta, ni un ser humano para que cambie de opinión. ¿Dice él y no hace? ¿Habla y no cumple?
y las tres me ha respondido: 'Te basta mi gracia, pues mi poder triunfa en la flaqueza'. Con gusto, pues, presumiré de mis flaquezas para que se muestre en mí el poder de Cristo.
El Dios de otro tiempo / es tu refugio, / y tu sostén sus brazos eternos. Expulsa delante de ti al enemigo, / y a ti te dice: / Destrúyelo.
si nosotros no le somos fieles, él seguirá siendo fiel, pues no puede negarse a sí mismo.
basada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no puede mentir, prometió esa vida desde la eternidad;
para que por estas dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos mayor ánimo los que nos refugiamos en la adhesión firme de la esperanza a la que estamos destinados;
éste lo fue con juramento por aquel que le dijo: El Señor lo ha jurado y no se vuelve atrás: tú eres sacerdote para siempre.