Su grosor era de veintidós centímetros, y su borde como el de una copa, en forma de flor de loto. Cabían unos noventa mil litros.
1 Reyes 7:25 - Biblia Martin Nieto la cual descansaba sobre doce toros, tres de ellos vueltos al norte, tres al sur, tres al este y tres al oeste, y todas sus partes traseras quedaban hacia dentro. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y descansaba sobre doce bueyes; tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las ancas de ellos estaban hacia la parte de adentro. Biblia Nueva Traducción Viviente El Mar estaba colocado sobre una base formada por doce bueyes de bronce que miraban hacia fuera. Tres miraban hacia el norte, tres hacia el occidente, tres hacia el sur y tres hacia el oriente; y el Mar estaba asentado sobre ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) El Mar de bronce se apoyaba en doce bueyes, tres que miraban al norte, tres al oeste, tres al sur y tres al este; la parte posterior de su cuerpo estaba tapada por el Mar que se apoyaba en ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Estaba asentado sobre doce bueyes: tres miraban al norte, tres al occidente, tres al sur y tres al oriente. El mar estaba asentado sobre ellos, y todas las ancas daban hacia la parte interior. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste descansaba sobre doce toros, de los cuales tres miraban al norte, tres al poniente, tres al mediodía y tres al oriente. El mar se apoyaba sobre ellos, quedando las partes traseras de los toros hacia el interior. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estaba asentado sobre doce bueyes; tres miraban al norte, y tres miraban al poniente, y tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las traseras de ellos estaban hacia la parte de adentro. |
Su grosor era de veintidós centímetros, y su borde como el de una copa, en forma de flor de loto. Cabían unos noventa mil litros.
El rey Acaz arrancó también los paneles de las basas, quitó los aguamaniles y la gran pila de encima de los toros de bronce que lo sostenían, y lo asentó sobre un zócalo de piedras.
Las dos columnas, la gran pila para el agua, los doce bueyes de bronce que la sostenían y las basas que había hecho el rey Salomón para el templo del Señor; era imposible calcular lo que pesaba el bronce de todo esto.
En cuanto a su semblante, presentaban cara humana, pero los cuatro tenían cara de león a la derecha, cara de toro a la izquierda y los cuatro también cara de águila.
Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y que hay que predicar en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Es que Dios se preocupa de los bueyes?