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1 Reyes 10:2 - Biblia Martin Nieto

Entró en Jerusalén con un gran séquito de camellos, cargados de aromas y oro en abundancia, y de piedras preciosas; se presentó a Salomón, y le propuso todo lo que pensaba.

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Biblia Reina Valera 1960

Y vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y oro en gran abundancia, y piedras preciosas; y cuando vino a Salomón, le expuso todo lo que en su corazón tenía.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Llegó a Jerusalén con un gran séquito de asistentes y una enorme caravana de camellos cargados con especias, grandes cantidades de oro y piedras preciosas. Cuando se presentó ante Salomón, habló con él acerca de todo lo que ella tenía en mente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entró en Jerusalén con un considerable cortejo y con camellos que llevaban perfumes, oro en una gran cantidad y piedras preciosas. Cuando fue introducida a donde estaba Salomón, le dijo todo lo que tenía en la cabeza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y llegó a Jerusalem con un gran séquito, con camellos cargados de especias aromáticas, oro en gran abundancia y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su mente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llegó a Jerusalén con un gran séquito, con innumerables camellos cargados de aromas, de oro en gran cantidad y de piedras preciosas. Se presentó ante Salomón y le propuso todo lo que traía pensado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y oro en gran abundancia, y piedras preciosas; y cuando vino a Salomón, ella le comunicó todo lo que había en su corazón.

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1 Reyes 10:2
15 Tagairtí Cros  

En cuanto terminó de hablar con Abrahán, el Señor se fue y Abrahán volvió a su lugar.


Luego ofreció al rey cuatro mil kilos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca más se vio tanta cantidad de aromas como la que la reina de Sabá ofreció al rey Salomón.


Salomón le resolvió todas sus cuestiones; no hubo nada que no pudiera resolver.


Ezequías recibió gran contento y mostró a los enviados todo su tesoro, la plata, el oro, los aromas, los ungüentos preciosos, su armería y todo lo que tenía en sus almacenes; no hubo cosa en su palacio o en sus dominios que no se la mostrase.


Y el rey respondió: 'Está bien, anda y lleva una carta mía al rey de Israel'. Partió Naamán llevando consigo unos trescientos cuarenta kilos de plata, seis mil monedas de oro y diez mudas de vestidos.


Naamán fue con sus caballos y su carro y se detuvo ante la puerta de la casa de Eliseo.


Si se intentara hablarte, ¿te impacientarías? Pero ¿quién puede contener la palabra?


Sabed que el Señor distingue al que le es fiel, el Señor me escucha cuando yo le invoco.


los reyes de Tarsis y las islas le traerán presentes, los reyes de Arabia y de Sabá le pagarán tributo;


aceite para las lámparas; aromas para el óleo de la unción y para el incienso perfumado;


Oráculo sobre las bestias del Negueb: A través de una tierra de tribulación y de angustia, guarida del león y la leona, de la víbora y de la serpiente voladora, llevan a lomos de asnos sus riquezas; en la giba de sus camellos sus tesoros, a un pueblo que de nada les servirá.


Los mercaderes de Sabá y Ramá cambiaban tus artículos por los más exquisitos aromas, por oro y toda clase de piedras preciosas.


mientras ellos hablaban y discutían, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar con ellos.


Así pues, al día siguiente Agripa y Berenice llegaron con gran pompa y entraron en la audiencia con los jefes militares y las autoridades de la ciudad. Festo mandó que trajeran a Pablo.