En efecto, hoy ha matado bueyes, animales cebados y ganado menor en gran cantidad y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y a Abiatar, el sacerdote. Están comiendo y bebiendo en su compañía y gritan: ¡Viva el rey Adonías!
1 Reyes 1:39 - Biblia Martin Nieto Sadoc, el sacerdote, tomó del tabernáculo el cuerno del óleo y ungió a Salomón. Entonces se tocaron las trompetas y todo el pueblo gritó: '¡Viva el rey Salomón!'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y tomando el sacerdote Sadoc el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón; y tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón! Biblia Nueva Traducción Viviente Allí el sacerdote Sadoc tomó de la carpa sagrada el frasco de aceite de oliva, y ungió a Salomón con el aceite. Luego hicieron sonar el cuerno de carnero, y toda la gente gritó: «¡Que viva el rey Salomón!». Biblia Católica (Latinoamericana) El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite de la Tienda y consagró a Salomón, al toque del cuerno, mientras todo el pueblo exclamaba: '¡Viva el rey Salomón!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite del Tabernáculo y ungió a Salomón, y dieron soplido al shofar, y todo el pueblo exclamó: ¡Viva el rey Salomón! Biblia Serafín de Ausejo 1975 El sacerdote Sadoc había tomado de la tienda el cuerno de aceite y ungió a Salomón. Sonaron las trompetas, y todo el pueblo gritó: '¡Viva el rey Salomón!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el sacerdote Sadoc tomó el cuerno del aceite del tabernáculo y ungió a Salomón. Y tocaron trompeta, y todo el pueblo dijo: ¡Viva el rey Salomón! |
En efecto, hoy ha matado bueyes, animales cebados y ganado menor en gran cantidad y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y a Abiatar, el sacerdote. Están comiendo y bebiendo en su compañía y gritan: ¡Viva el rey Adonías!
Allí Sadoc, el sacerdote, y Natán, el profeta, lo ungirán por rey de Israel. Y vosotros tocaréis la trompeta y gritaréis: ¡Viva el rey Salomón!
Luego toda la gente subió tras él, tañendo flautas y con tan gran algazara que parecía que se iba a abrir la tierra con el vocerío.
Y Adonías: 'Tú sabes que a mí me tocaba la dignidad real y que todo Israel había puesto en mí sus ojos, esperando que yo había de reinar. Pero la realeza se me escapó y pasó a mi hermano, porque el Señor se la había destinado a él.
Entonces Yehoyadá hizo salir al hijo del rey y le impuso la corona y las insignias, lo proclamó rey y lo ungió. Y todos aplaudieron y gritaron: '¡Viva el rey!'.
Cuando vio al rey, que estaba de pie sobre el estrado, según el uso, y a los cantores y trompeteros junto a él, y a toda la gente del país, jubilosa y tocando las trompetas, se rasgó las vestiduras y gritó: '¡Traición, traición!'.
El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: 'Prepárate, toma en tu mano esta redoma de aceite y vete a Ramot de Galaad.
Entonces tomaron cada uno su propio manto, los tendieron a sus pies sobre los desnudos escalones, y al son de las trompetas gritaron: '¡Jehú es rey!'.
Comieron y bebieron aquel día con gran regocijo en presencia del Señor y proclamaron rey por segunda vez a Salomón, hijo de David, ungiéndolo como príncipe delante del Señor. Sadoc fue asimismo ungido sacerdote.
Hicieron salir al hijo del rey, le impusieron la corona y las insignias y lo proclamaron rey. Yehoyadá y sus hijos lo ungieron y gritaron: '¡Viva el rey!'.
Al ver al rey, que estaba de pie sobre el estrado, a la entrada, y a los cantores y trompeteros junto a él con toda la gente del país jubilosa y tocando las trompetas mientras los cantores con los instrumentos músicos entonaban cantos de alabanza, se rasgó las vestiduras y gritó: '¡Traición, traición!'.
Antaño apareciste y hablaste así a tus fieles: 'He prestado mi ayuda a un valiente, he exaltado a un elegido de mi pueblo;
Harás con ellos un incienso perfumado, trabajo de perfumista, salado, puro y santo.
Samuel dijo a todo el pueblo: 'Mirad al elegido del Señor. No hay nadie como él en todo el pueblo'. Y todo el pueblo gritó: '¡Viva el rey!'.
Samuel tomó el cuerno del aceite y le ungió en presencia de sus hermanos. El espíritu del Señor se apoderó de David a partir de aquel día. Samuel se fue y volvió a Ramá.