No serás vengativo ni guardarás rencor hacia tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo: yo, el Señor.
1 Juan 4:21 - Biblia Martin Nieto Éste es el mandamiento que hemos recibido de él: que el que ame a Dios, ame también a su hermano. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. Biblia Nueva Traducción Viviente Y él nos ha dado el siguiente mandato: los que aman a Dios deben amar también a sus hermanos creyentes. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues éste es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano. La Biblia Textual 3a Edicion Y este mandamiento tenemos de parte de Él: el que ama a Dios, ame también a su hermano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y este mandamiento tenemos de él: que quien ama a Dios, ame también a su hermano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: Que el que ama a Dios, ame también a su hermano. |
No serás vengativo ni guardarás rencor hacia tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo: yo, el Señor.
Y él contestó: 'El que se compadeció de él'. Jesús le dijo: 'Anda y haz tú lo mismo'.
Porque toda la ley se resume en ese precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Si creemos en Cristo, da lo mismo estar o no estar circuncidados; lo que importa es la fe y que esta fe se exprese en obras de amor.
Acerca del amor fraterno no necesitáis que se os escriba, porque personalmente habéis aprendido de Dios cómo debéis amaros los unos a los otros.
Finalmente, vivid todos unidos en armonía. Sed compasivos, fraternales, misericordiosos, humildes,
Ante todo amaos ardientemente unos a otros, pues el amor alcanza el perdón de todos los pecados.
Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento viejo, que tenéis desde el principio: el mandamiento viejo es la palabra que habéis oído.
Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros;
Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte.
Éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros, según el mandamiento que nos ha dado.
Queridos míos, si Dios nos ha amado de este modo, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.